Tras la normalización de actividades después de las fiestas decembrinas, el inicio de año tiene particularidades ambientales como la estacionalidad del negocio debido a la denominada “cuesta de enero”.
Este periodo se caracteriza por alzas en algunos productos y servicios debido al ajuste inflacionario y a una menor disponibilidad de recursos debido a los gastos efectuados en el mes anterior.
La contracción en la capacidad de egresos de nuestro mercado tiene un impacto emocional en la propensión de compra, por lo que nuestras marcas deben estar preparadas para hacer frente a esta coyuntura y aprovecharla para afianzar la relación con nuestros consumidores para temporadas de mayor bonanza.
También hay que tomar en cuenta que esta circunstancia no es generalizada, ya que mientras en diversas categorías se observa desaceleración, otras más especializadas tienen un ritmo de normal a álgido, por lo que es trascendental que ubiquemos dónde nos encontramos para generar una estrategia que nos permita acompañar de forma adecuado a los diversos grupos de interés.
Para fortalecer el vínculo con nuestros mercados debemos evitar el bombardeo indiscriminado de publicidad –estrategia que ya de por sí está perdiendo fuerza en cualquier temporada del año-, y debemos apostar por el mensaje, que debe mostrar comprensión respecto a lo que están pasando nuestros consumidores, e incluso hacer sugerencias sobre cómo sobrellevar esta temporada de manera exitosa.
Otro aspecto importante que debemos tomar en cuenta es que el inicio de año representa una excelente oportunidad para articular la comunicación y compromiso con nuestros canales de distribución, dado que es una etapa en la que mostramos o reforzamos los lanzamientos de productos y servicios, y en la que podemos hacer alarde de las mejoras que estaremos implementando a lo largo del año.
No debemos olvidar que nuestros canales de distribución también son un mercado objetivo, que vive de forma directa las variaciones de consumo del mercado final, por lo que también deben sentirse acompañados, comprendido y, sobre todo, empoderados y estimulados por las herramientas que les ofrecen las marcas a las que representan.
De igual forma, el kick of del año es un importante periodo para potenciar la transparencia como componente reputacional de la marca, dado que la muestra de resultados y proyectos del negocio facilitan la construcción de este componente ante los consumidores finales y dan confianza a nuestros distribuidores de que estaremos ahí para atender la demanda.
Un reto particular para el mundo del marketing en este 2018 es la coyuntura en entornos sociales y deportivos, donde las categorías y actividades especializadas cobran relevancia.
En el entorno internacional, seremos testigos de la Copa Mundial de Futbol Rusia 2018, un excelente escaparate para la promoción de nuestros productos y servicios, reforzando los mensajes de sana competencia y hermandad; pero por otro lado, en México es año electoral, que suele traer consigo cierto nivel incertidumbre, por lo cual el análisis y capacidad conversacional de las marcas se pondrá a prueba.
Es por ello que debemos aprovechar esta etapa de menor dinamismo económico para prepararnos y llegar a la mitad del año con una marca fuerte y consolidada, que sepa enfrentar exitosamente los retos y aprovechar las oportunidades que brindará este 2018.