Hablar de generaciones es parte intrínseca de la mercadotecnia; es una forma fácil de identificar grupos que tienen comportamientos más o menos afines. No obstante, lo que más define a las generaciones es el contexto en el que viven, la realidad histórica, si me lo permiten.
Existen varias definiciones de la generación Z o Zoomers; no obstante, para esta columna usaremos como referencia a los que nacieron entre 1997 y 2012, es decir, entre 12 y 27 años de edad. Si hablamos del contexto histórico, esta generación recibió la pandemia entre los 7 y los 22 años. Esta generación también recibió la inteligencia artificial en forma de modelos grandes de lenguaje o LLM por sus siglas en inglés. No solo eso, vieron la primera guerra de proporciones mayores en Europa central desde la Segunda Guerra Mundial.
Es una generación que seguramente tendrá que vivir de algo distinto a lo que estudió, no solo por deseo propio, sino por necesidad. Se habla mucho de las generaciones digitales que vieron nacer internet, pero la realidad actual es diferente. Si Google hacía ver la sección amarilla desactualizada, la inteligencia artificial hace que Google parezca la piedra Rosetta.
El reto de los empleadores será encontrar cómo absorber a los mejores de esta generación, pero debemos entender que muchos simplemente no buscan un empleo de ocho horas, no por falta de gusto, sino porque conocen la realidad de su entorno histórico. Pensemos en algunas fechas claves en el futuro y ubiquemos la edad promedio.
La NASA estima que los primeros humanos llegarán a Marte en 2030; para ese momento, la generación Z tendrá en promedio 25 años. Según Google, la inteligencia artificial general o AGI por sus siglas en inglés se podría alcanzar en 2028; en promedio, la Gen Z tendrá 23 años. El World Wildlife Fund estima que no habrá hielo en el Ártico en 2040; un Gen Z promedio tendrá 35 años. Según Elon Musk, más de 22,000 personas tendrán implante cerebral o Neuralink para el año 2023; la generación Z tendrá en promedio 25 años. Para el 2033, la NASA estima que la Luna ya será una colonia activa; seguramente habrá miembros de la generación Z viviendo allí, que tendrán en promedio 29 años.
Podría pasar todo el día listando los eventos clave que la generación va a enfrentar, esto sin contar la lista interminable de eventos que de manera orgánica enfrentarán. Por ejemplo, la posible caída del sistema democrático norteamericano; la llegada de autos eléctricos totalmente autónomos. Esta generación también tendrá la responsabilidad de votar a los primeros dirigentes que, en su mayoría, no vendrán de la generación de Baby Boomers. Vivirán un nuevo sistema de retiro —si es que todavía existe tal concepto.
La generación Z irá a la universidad para aprender cómo aprender; la mayoría de los trabajos que tendrán como opción de empleo no existen en este momento. Son por definición una generación de futuro, no por futuristas sino por incertidumbre. Sospecho que las cosas se pondrán peor antes de que mejoren; por lo menos así sucedió en la Revolución Industrial. La llegada de tecnología terminó por avanzar a las economías y mejorar el bienestar global, pero antes, destruyó los niveles de calidad de vida, el medio ambiente y la fibra de la sociedad. La industrialización desempeñó un papel importante en la Primera Guerra Mundial. La nueva maquinaria militar podía producirse a una escala mucho mayor y a un ritmo mucho más rápido que antes. Junto con la tecnología innovadora, esto condujo a una de las guerras más devastadoras en la historia de la humanidad. No es descabellado pensar que la robotización del armamento termine por crear una guerra mundial antes de estabilizar a la sociedad y a la economía. Lamentablemente sabemos que las guerras tienden a ser cada vez más sangrientas y entregar más muerte. La combinación de todos los avances tecnológicos, sociales y una necesidad expansionista de muchos países terminará por trazar una línea directa al caos. Lo que no debemos olvidar es que los responsables de hacer que el hecatombe se detenga será la generación Z.