Por Paco Santamaría y Anaí Aguilar
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Paco X. Ya hablamos de temas ligeros del mercado hispano en la frontera, ahora me gustaría contarte el lado no tan amigable de lo que viví en esta franja fronteriza. La migración, la inseguridad, la rumorología negativa, el narco y cómo todas estas variables están afectando a la población en esta zona y en todo el país. Es indiscutible que todas estos temas afectan al mercado y a los que compran, ¿te puedo contar lo que vi que nos es del todo agradable por estos rumbos?
Anaí Y. Sí, quiero escucharte porque yo también lo viví. ¿Qué hay de la frontera?
Paco X. Hay un coctel muy interesante, nunca antes visto, con ingredientes raros que no se si sea peligroso o favorable. Muchas cosas están pasando en esta zona. Imagínate por un momento que mezclas en un recipiente narco, migración, inseguridad, emprendedores y crecimiento de población. Esto es de lo que te estoy hablando. ¿Sabías que una VISA de inversionista cuesta 500 mil dólares y que tienes que invertir esta cantidad para que te la den? ¿Sabías que muchas familias con buenos ingresos de Monterrey y Tamaulipas están prácticamente huyendo de nuestro México para irse a invertir en nuevos negocios en Texas? Es cómo una reconquista de México a Estados Unidos. Estamos recuperando el territorio que perdimos hace mucho tiempo, ¿no te parece complicado y al mismo tiempo una historia simpática?
Anaí Y. No tan simpática, pero patética. Las cosas no se están haciendo bien, y yo estoy a favor del movimiento de personas e inversiones al extranjero, sí, pero no si están “huyendo” de una situación que no se controla. Yo creo que como dices, la frontera es tan surreal, como un avión estrellado en un par de torres. Es una mezcla tan rara, tan homogénea y a su vez tan heterogénea, que te hunde con ella y te muestra una doble faceta de crisis y potencial, de suciedad y limpieza, de polvo y mármol, de día y noche…. ¿Qué hay detrás de un río fronterizo? ¿En qué momento se convirtió en lo que hoy es?
Paco X. La frontera se ha convertido en un espejo de contrastes. De ideologías y de estilos de vida, también en un contraste de anormalidades, doble moral y negocios turbios de ambas partes. Por un lado enviamos sustancias y del otro lado a manera de intercambio recibimos dinero en efectivo y armas. Esto es un intercambio comercial muy fuerte y poderoso que determina en la actualidad muchos intereses. Y esto está cambiando a la sociedad y la relación de ambos países. No es normal que en un país exista gente que tenga que cruzar todos los días para trabajar en otro país y sobrevivir. No es normal que los criminales sean las autoridades de muchas ciudades fronterizas en México. No es normal que todos los días escuchemos muerte y violencia en los medios y no es normal que ya todo esto sea parte de nuestra vida cotidiana. La guerra transforma la economía, la sociedad y el mercado en las culturas. Lo que está pasando en nuestra frontera norte es una preparación explosiva y anormalmente estable. Una mezcla de todo y de muchos fenómenos.
Pero tengo una pregunta, ¿cómo es que a pesar de todo estos sucesos, la economía fluye todos los días en estas zonas, la fuerza del mercado sigue transmitiendo sus mensajes, las calificadoras nos señalan como un país con un sistema bancario sólido? ¿cómo es que en este país pasa de todo y nada?
Anaí Y. En realidad tú te has contestado, la economía está alimentándose de una industria poco convencional. Finalmente el narcotráfico es una industria que genera millones de dólares y si lo pusiéramos en términos empresariales seria a nivel transnacional.El problema, a mi gusto, es que no se está aprovechando para una mayoría, solo una minoría lo está haciendo, y están llenando sus bolsillos. Sí, hay dinero moviéndose y alimentando el país, pero el alimento es el narcotráfico. Triste ¿no? ¿Hablarías de una economía estable?
Paco X. Sí, tristemente estable y por factores raros. ¿Cómo es posible que un país con una guerra de más de tres años y con un saldo de más de 30 mil muertes tenga una economía que no se derrumba y que las marcas sigan ejerciendo sus presupuestos anuales, haciendo campañas, estrategias comerciales, que los políticos no se preocupen por los problemas de fondo y sólo por si se le debe de llamar guerra o lucha contra la delincuencia organizada? Como me dijo un amigo un día: México es un desorden organizado. Tan así, que en ciudades poco a poco la gente se ha acostumbrado ver masacres y escuchar sobre levantones o ejecuciones. Mientras tanto seguimos en lo nuestro, trabajando y diseñando planes y estrategias de mercado, no quiero sonar alarmista pero los que estamos en la mercadotecnia debemos de tomar en cuenta todo este tipo de fenómenos que están ocurriendo porque tarde o temprano serán variables que modifiquen los hábitos de consumo de los clientes. Esto es como negocios, debemos de ser realistas, adelantarnos y adaptarnos a la realidad de nuestro mercado-país. ¿Tú crees que esto que pasa tenga una solución? Y si es así, ¿cómo lo solucionarías?
Anaí Y. Sí, nos hemos vuelto indiferentes. Pero es parte de nuestra reacción, no podemos parar el mundo por este tema. Sí, es muy fuerte, pero tenemos que seguir. Déjame ver si te entendí, ¿ves este tema como un nicho de mercado, como una oportunidad de negocio o como un monstruo para los negocios?
Paco X. Me encanta lo pragmática que eres y tu generación. Ustedes sólo tienen pensamiento lineal como Internet…lo que sigue…lo que sigue. Yo y mi generación somos los dramáticos y clavados. Tienes razón, lo veo como un gran problema o una oportunidad. O nos ponemos las pilas y no nos hacemos ciegos y sordos o tarde o temprano nos va a alcanzar y nos va a tomar descuidados. Dame soluciones que se te ocurran…
Anaí Y. A mí lo que se me ocurre es sacar provecho de esta industria, para que ese movimiento de dinero, que seguirá existiendo sea como sea, genere impuestos y genere una estabilidad económica que se expanda a todo el país y no solo algunos cuantos. ¿Cómo lo ves? ¿Suena muy indiferente también?
Paco X. Jajaja ¿tú pondrías a los directores financieros de los cárteles a pagar impuestos, a llenar formatos del SAT, hacer filas y aguantar la burocracia? Total, el problema del consumo no va a acabar pronto. No me parece mala tu idea, pero es utópica. Tengo la sensación que es como un problema sin solución, ¿será que ya pienso de una manara muy apocalíptica?
Anaí Y. ¡Obvio! Finalmente se constituyen como empresas ¿no? Es una organización que produce o comercializa un producto que impacta en el mercado; ¿por qué se salvarían de pagar impuestos por hacer lo que hacen?
Paco X. Es políticamente muy fuerte tu argumento. Pero muy cierto, si son empresas bien organizadas, tienes que tratarlas como empresas, con las regulaciones y el marco legal y económico que agrupa a toda empresa. ¡Qué fuerte! Nuestro país cada día es más surrealista.
Anaí Y.Lo surreal es mantener una estabilidad en manos del caos; creo que sería ideal inyectar el “dinero sucio” en acciones limpias y en un panorama mucho más amplio. No es una tarea fácil, imagino, y no será fácil bajar la frente y aceptar el narco como un “recurso” del cual estar orgullosos. Pero en fin, observemos pragmáticamente, y encontremos una solución como sociedad, no solo como un gobierno dividido.