Por: Hans Hatch Dorantes
Twitter: @hanshatch
En la semana estuve pensando mucho acerca de qué escribir para mi columna de hoy. Siempre que lo hago, pienso primero en lo que pudiera ser interesante para los lectores y, sobre todo que pueda yo expresar o transmitir vivencias que aporten alguna experiencia o valor para quien dedica algo de su tiempo en leerme. Les confieso que en estos días, muchas ideas y temas pasaron por mi mente. Al darme cuenta que estoy tratando de escribir algo y no fluye, y me sumerjo en una momentánea falta de creatividad, me surgió la idea de escribir precisamente sobre eso; la falta de creatividad.
Creo que hay muchos factores que contribuyen a esta situación; el estilo de vida, el estrés, la presión pero hay uno, principalísimo, que es: el tiempo. En el estudio “Global State of Create” realizado por Adobe, se reveló que hay una verdadera falta de creatividad en el trabajo, donde el 75% de los encuestados dijeron que están bajo una creciente presión para ser productivos en vez de creativos, a pesar de estar obligados a pensar de forma creativa. En todos los países encuestados, la gente dijo que realmente dedican sólo el 25% en hacer cosas creativas. El factor numero uno con 47% fue la falta de tiempo, siendo considerado como la principal barrera para la creatividad.
Una de las cosas que les insisto mucho a todo el equipo de PW Agency es que organicen su tiempo, que trabajen planificando sus actividades y no aplicar la famosa frase de “para que lo resuelvo ahorita si lo tengo que entregar en 5 días”. Es ahí, cuando surgen los bomberazos y si a eso le sumamos lo que se tenía que entregar esos días, provocamos exceso de cargas de trabajo.
Es ese momento, con el tiempo encima, cuando desaparece la creatividad y surgen la productividad y el cumplimiento. Las cosas se hacen por cumplir sin dedicarle el tiempo necesario. Si hacemos las cosas cuando hay tiempo, tendremos mayor posibilidad para pensar, analizar y crear mejores cosas.
Continuando con el tema de la falta de tiempo, nos olvidamos de dárnoslo para enriquecer la creatividad visitando museos, escuchando música, leyendo un libro, sentarnos en un parque o entrar a un autoservicio a observar, sí, sólo a observar lo que hace la gente, etc. Siempre tengo presente lo que un día un profesor en la clase de creatividad nos dijo cuando yo estudiaba la universidad en Brasil: “Si te gusta el cine de acción, ve drama; si te gusta leer revistas de tecnología de vez en cuando compra TV Novelas; si viajas en auto propio, un día vete en transporte público. Nunca sabes para quien te tocará crear una campaña de publicidad y deberás estar preparado, para conocer como entender ese target a quien te vas a dirigir”. Sabias palabras, sin duda.
También me gustaría citar “Los 4 Gimnasios de la Creatividad” creados por un gran profesor universitario y excelente amigo: Enrique Rojas (@enriquerojas2) y mencionados constantemente en sus seminarios y ponencias, mismos que considero que nunca debemos olvidar y los invito a practicarlos y dedicarles el tiempo necesario. Y esta recomendación va no sólo para los creativos, sino para todos aquellos profesionales de cualquier actividad o estudiantes de cualquier carrera:
- AUDITIVO – MUSICAL: Radio, discos compactos, cassettes, conciertos, voces, ruidos, etc.
- ICÓNICO – KINÉSICO: Televisión, cine, teatro, museos, exposiciones, fotografía, etc.
- VERBAL – TEXTUAL: Libros, revistas, periódicos, etc.
- AMBIENTAL – VIVENCIAL: La vida misma y sus eventos cotidianos.
Y los dejo, esperando tener el tiempo de conocer algo de Quito, Ecuador, donde llego hoy y regreso el domingo, después de participar como ponente en el Campus Party de esta ciudad. www.campus–party.com.ec
