Luego de que el martes pasado la empresa de transporte bajo demanda Uber, diera a conocer que a finales de 2016 realizó un pago de 100 mil dólares a piratas informáticos para eliminar datos de más de 57 millones de clientes y conductores que le fueron robados alrededor del mundo, cuatro gobiernos: Reino Unido, Australia, Filipinas y Estados Unidos, anunciaron que investigarán la respuesta de la compañía respecto a la violación de datos.
Este jueves, la autoridad mexicana, a través de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) se encuentran a la espera de reclamaciones sobre instituciones bancarias así como el hackeo de Uber. El titular de la dependencia, Mario Di Constanzo, señaló en el espacio de Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula que de registrarse afectaciones, éstas se empezarán a materializar dentro de los próximos tres meses.
Asimismo señaló que durante 2016 se detectó un problema con la aplicación de transporte derivado de las 256 mil quejas de comercio electrónico en Banco Azteca, algo similar a lo sucedido con Banorte a principios de este año en donde se registraron 544 mil reclamaciones.
En lo referente a Banco Azteca, el crecimiento sin precedente en las quejas llamó la atención de la dependencia, por lo que se acercaron a la institución bancaria y se inició una investigación debido a que muchos de los cargos de e-commerce provenían de Uber, en la mayoría de los casos se devolvieron los gastos no reconocidos, sin embargo “sí detectamos un problema importante con Uber” sentenció Di Constanzo.
A su vez indicó que, a pesar de que no hay nada definitivo, el robo de cuentas de usuarios y conductores, en caso de tener un impacto se observará un comportamiento elevado en las reclamaciones por lo que se cuenta con una alerta amarilla para el trato que se va a dar así como el alcance de ley que se pueda tener.
Por lo que el funcionario recomendó a los usuarios de la banca a mantenerse pendientes de sus estados de cuenta, ya que en muchas ocasiones se tratan de operaciones con montos pequeños, que oscilan entre los 60 y 80 pesos, los cuales pueden pasar desapercibidos por los tarjetahabientes.
Más allá de que este hecho derivó en el despido del jefe de seguridad de Uber, Jeff Sullivan, así como de uno de sus adjuntos; además de que el presidente Dara Khosrowshahi, reconociera un error en el manejo de la violación de seguridad, tras haber ocultado la información; la retención de información legitima en favor de la empresa ha ocasionado que miles de usuarios en el planeta se hayan alejado de la aplicación.
Meses atrás publicó una actualización de su declaratoria de política de privacidad en la que dejaba de manifiesto cómo agrupaba la información de socios y clientes, además del desglose que realizaba de la misma, con lo que podía saber los puntos geográficos de uso, entre otros.
Uno de los apartados refiere que la información recolectada le funciona como prevención de fraude, así como para la mejora de seguridad y protección de los usuarios. Esto significa que Uber, al momento de desactivar la cuenta de un usuario por motivos de comportamiento peligros o incidentes de seguridad, se queda con determinada información a fin de evitar que el usuario abra una nueva cuenta en el futuro.
Sin embargo, poseer tanta información también implica tener estrictos controles de seguridad en cuanto a la protección de los mismo, ya que el robo de cuentas no se dio en un punto en específico, además de que se trató un número elevado de información.
A su vez, el usuario también debe permanecer atento a las actualizaciones de las aplicaciones, sobre todo cuando se trata de información financiera, y es que hemos sido testigos de programas que guardan este tipo de datos y los envían al internet poniendo en riesgo los datos entregados.
Prueba de ello fue el robo de información de Yahoo en años anteriores, al igual, Gmail se encontró en una situación similar, y así otras tantas compañías tecnológicas que aún no encuentran el debido sistema de protección a sus registros de datos.
