Desde la llegada de Liberty Media tomó las riendas de la Fórmula Uno, se precisó que una de las primeras tareas que tendría el conglomerado liderado por Chase Carey (CEO), Ross Brawn (director deportivo) y Sean Bratches (director comercial), sería modernizar a la máxima categoría del automovilismo y es justo lo que está haciendo.
Incluso en estos días se dio a conocer que la disyuntiva con Ferrari parece ir muy enserio ya que el grupo de medios quiere eliminar los privilegios de los de Maranello; mientras que el cavallino rampante amenaza con retirarse de la competencia sino le respetan los acuerdos que tenía con Bernie Ecclestone.
Asimismo, surgen nuevas regulaciones en todos aspectos, desde lo comercial hasta las normativas con el peso de los pilotos, quienes a partir del 2019 deberán pesar cuando menos 80 kilos.
De igual forma, la política de expansión cobra cada vez más forma, para la temporada que arrancará en marzo próximo, se reincorporarán dos escenarios para la Fórmula Uno, con lo que por segunda ocasión en la historia, el serial tendrá 21 competencias, nos referimos a Francia (Paul Ricard) y Alemania (Hockenheim).
Es a partir de aquí cuando llegan las noticias nuevas, una de las opciones que había anunciado Liberty Media sugería tener más carreras dentro de Estados Unidos, con la finalidad de penetrar en un mercado que como tal, no se siente identificado con la categoría, a pesar de que es un constante en el calendario, algún tiempo con Indianapolis, Las Vegas, Dallas, Phoenix, Long Beach, entre otras ciudades, y recientemente con el Circuito de las Americas, la casa del Gran Premio de Austin, Texas.
Al tiempo que otra de las opciones es buscar nuevas sedes en diversas partes del mundo; existen rumores sobre pláticas avanzadas para incorporar a Dinamarca y llevar el gran circo a Copenhague; sin embargo, datos de Forbes refieren que Vietnam será el siguiente anuncio, se trata de un circuito callejero en la capital Hanói.
Este Gran Premio servirá para tapar el hueco que dejará Malasia. No obstante, uno de los puntos en contra que detectó la prensa especializada es la falta de tradición automovilística en esa región; además de que en la víspera ya se habían acercado para albergar una carrera con la pasada administración, según Ecclestone, rechazó una propuesta por 320 millones de euros por 10 años de albergar la competición.