Por Guillermo Pérezbolde
@gpbolde
Desde hace algunos años se ha puesto de moda el término “Planeación Estratégica” como parte de los servicios de empresas de consultoría y marketing, y curiosamente esta práctica es más antigua y utilizada de lo que pensamos.
Si analizamos el término “estrategia”, podemos ver que desde su etimología está relacionada al liderazgo, y tiene una connotación directa con el visualizar hacia dónde dirigirse para ejecutar un plan.
La estrategia es lo que utiliza el ejercito para diseñar un plan de acción tanto al ataque como a la defensiva, de tal forma que la improvisación queda fuera, a menos que en algún punto se le considere como una opción.
Los grandes estrategas militares como Napoleón, buscaban poner sobre la mesa todas las variables o posibles combinaciones de ataques que permitieran lograr los objetivos a corto y mediano plazo. En muchos casos para poder tomar una decisión militar recurrían a expertos en temas como geografía, cultura, clima y astronomía para poder evitar en la medida de lo posible las sorpresas.
Ahora bien, a nivel de negocios y de marketing particularmente, lo que nos interesa de este asunto es el hecho de encaminar nuestros esfuerzos para lograr los objetivos, basados en cuatro preguntas que incluyo más adelante.
La planeación estratégica es completamente inútil si no se cuenta con objetivos perfectamente claros, de ahí la importancia de tomarse el tiempo para distinguir entre lo que necesitamos y lo que deseamos, para poder llegar a una media entre ambas opciones y no caer o en el capricho o en la necedad.
En este punto hay que hacerse cuatro preguntas básicas, pero muy importantes:
1.- ¿Qué es lo que hacemos? En ocasiones quienes toman decisiones no conocen a detalle los productos o servicios de la empresa e incluso desconocen la información esencial de la organización.
2.- ¿A quién nos dirigimos? Necesitamos saber a quién va dirigido lo que hacemos, conocer el perfil a detalle para entender cómo, cuándo y dónde debemos actuar.
3.- ¿Qué nos distingue? Debemos conocer cuáles son nuestros diferenciadores como marca para poder explotarlos y obtener un beneficio de ellos.
4.- ¿Cómo podemos vencer a la competencia? Para este punto es necesario conocer lo mejor posible a la competencia, ya que debemos ubicar sus puntos débiles para utilizarlos a nuestro favor.
Las cuatro preguntas anteriores son una herramienta que enseñan las escuelas de negocios para dar rumbo a los tomadores de decisiones, ya que para poder determinar hacia dónde quiero ir, primero debo saber en dónde estoy parado; esto es el principio básico de la planeación estratégica: Analiza la situación, define los objetivos y establece un plan de acción.
La planeación estratégica es una acción obligada que cualquier organización debe realizar para poder crecer, y es precisamente ahí donde un buen porcentaje de PyMEs pierden el rumbo, porque no se tomaron el tiempo de diseñar su plan de acción.
Existen estudios como el P.E.S.T que ayudan a dar certidumbre al momento de la toma de decisiones y permiten diseñar una estrategia basados en información valiosa sobre nuestra organización, el entorno y la competencia, además pueden ser la diferencia al momento de enfrentar un proyecto.
Hay un libro antiguo muy famoso que engloba todos estos conceptos y muchos más, y hoy en día sigue estando vigente, me refiero al Arte de la Guerra de Sun Tzu, en el link de abajo se puede ver todo el libro online en inglés de forma gratuita:
El conocimiento que no se comparte, pierde por completo su valor.