Las ventas en línea de indumentaria y calzado marca Nike aumentaron en los cuatro días posteriores a que el mariscal de campo reconvertido en activista Colin Kaepernick pasara a ser el rostro de una nueva campaña publicitaria de la marca.
El anuncio de Kaepernick para Nike se estrenó esta semana y de inmediato generó todo tipo de reacciones en las redes y en la sociedad estadounidense en general. Abundaron los elogios y las críticas.
“Del domingo al miércoles (que es el tiempo que pudieron medir), los pedidos de productos marca Nike aumentaron un 27 por ciento”, según los datos de la consultora especialista en investigaciones de comercio digital Edison Trends, que publicó Bloomberg.
¿La muestra? La compañía recopila datos de pagos de más de 200 vendedores en línea.
En el mismo período de cuatro días del año pasado, según la firma, los pedidos de productos habían caído un 2 por ciento respecto del anterior.
“A primera vista, aunque es un panorama incompleto, sirve para saber cómo puede llegar a impactar en la compañía de ropa deportiva más grande del mundo la decisión de adentrarse deliberadamente en un tema político candente”, analizan en Bloomberg.
La decisión de presentar al ex jugador de la NFL, que asegura que ha sido excluido ilegalmente de la Liga por arrodillarse durante el himno nacional para protestar contra la desigualdad racial, ha recibido múltiples críticas del presidente Donald Trump.
El viernes por la mañana, Trump tuiteó: “¿En qué estaba pensando Nike?”.
What was Nike thinking?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de septiembre de 2018
Lo cierto es que Nike espera vender más, si no, no hubiese lanzado la “estrategia Kaepernick”. ¿Por qué? Dos tercios de los clientes de Nike son menores de 35 años, y es un grupo étnicamente muy diverso. Además, la compañía también busca enfocarse más en las ciudades que en el interior de los Estados Unidos, por lo que la combinación demográfica sugiere mucho más apoyo que críticas para Kaepernick.
Nike orders rose in 4-day period after Kaepernick ad debut https://t.co/qWLmbUvSg1
— Businessweek (@BW) 7 de septiembre de 2018
Si la estrategia de Nike fue buena o mala no se sabrá por un tiempo más prolongado. Esto es porque los datos a corto plazo de la consultora incluyen tanto a los clientes que se decidieron por comprar la marca para apoyar explícitamente la campaña, como a los que el anuncio no los impactó.
Tampoco tiene en cuenta a los clientes habituales de Nike que ahora dicen que nunca volverán a comprar calzado o ropa de la empresa. “Ese impacto en las ventas podría demorar años en conocerse”, analiza Bloomberg.