Los servicios de video on demand (svod) han irrumpido en el gusto del consumidor a tal grado que en los últimos años compiten de igual a igual con las producciones estelares orientadas a las salas de cine. De igual forma, se convirtieron en un agente disruptivo para los festivales internacionales de cine.
De acuerdo con un dato de Infobae, durante el último año al frente del Festival Internacional de Cine de Toronto, Piers Handling decidió comenzar su muestra anual con una película de Netflix sobre Robert the Bruce, que dirigió a Escocia en su primer guerra de independencia contra Inglaterra.
Y es que la rareza de este hecho no radica en la decisión de iniciar con un filme histórico, sino en el hecho de iniciar con un lanzamiento de la plataforma digital. Según el medio, durante marzo pasado, el Festival de Cine de Cannes prohibió que Netflix estuviera en su competencia debido a que las películas no se habían exhibido en salas de cine locales.
A pesar de que la compañía de streaming invertirá 8 mil millones de dólares durante el año en curso para películar y series, se trata de un jugador incómodo en el circuito de premios ya que la gerencia insiste en lanzar películas en línea y cines al mismo tiempo.
“Buscamos talento en lugar de estudios”, indicó Handling, quien dejará el cargo de director del festival canadiense tras 24 años. “No estamos buscando una película de Disney, una película de Paramount o una de Warner Bros. Si resulta ser de ese estudio, es genial” recalcó.
Uno de los temas que más se discuten en la industria del séptimo arte tiene que ver con el cine independiente; ya que algunos directores así como propietarios de salas temen que el streaming ponga en peligro aún más a este segmento del mercado. La asistencia a las salas se ha reducido en América del Norte en los últimos años y el crecimiento mundial está siendo impulsado, en mayor medida, por China.
El reporte de Infobae detalla que los últimos tiempos han sido complicados para los cineastas independientes; derivado de que los principales estudios se centran en proyectos de gran presupuesto, como cintas de animación, que cuestan cientos de millones de dólares y ofrecen miles de millones en ventas.
Los dramas independientes son vistos como demasiado riesgo en estos días, dada la riqueza de las opciones de contenidos en el hogar, y se han vuelto más raros en los festivales. Pero los nuevos distribuidores digitales como Netflix, Amazon y Hulu están cerrando la brecha.
En tanto, además de comprar en los festivales, Netflix ha creado un equipo para desarrollar y producir películas internamente. Incluso, en la actualidad agentes así como pequeñas productoras van a los festivales en busca de las gigantes tecnológicas como Apple; el fabricante del iPhone es la última gran compañía de este nicho que planea producir películas para los espectadores en línea.
De tal modo que la aparición del streaming, así como su preferencia por el consumidor y reconocimiento por la academia, ha generado un punto de riesgo para los festivales internacionales; ya que por una parte, la industria ha encontrado en estos espacios una oportunidad de transformar sus ideas en productos, mientras que otros se niegan a ser parte de la evolución en los hábitos de consumo.