Internacional.- La moda es una de las industrias más cambiantes que existen, sólo hay que tomar en cuenta el número de temporadas que se producen al año y las colecciones que lanzan una incontable cantidad de diseñadores alrededor del mundo.
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La cadena estadounidense de ropa casual, Gap, ha estado revisando unirse a la tendencia de estrategias de ventas Fast Fashion para no perderle el paso a algunas marcas con las que compite directamente y han utilizado este formato como Zara, H&M y Forever 21.
El Fast Fashion consiste en hacer una gran producción de las tendencias de moda en las grandes pasarelas a nivel internacional, reinterpretando las prendas con materiales low cost que las convierte en piezas más accesibles. La estrategia surgió en la industria de la moda en 1990; originalmente el concepto fue propuesto para mejorar procesos de fabricación en los textiles y optimizar los tiempos de producción.
Bajo esta premisa, Gap comenzará a hacer pruebas con la introducción de pocos artículos en sus tiendas, si la estrategia se acomoda a la marca, revolucionará su logística para adaptarse rápidamente a este modelo de ventas. La empresa cerró el último trimestre con ganancias de 3 mil 900 millones de dólares.
Uno de los elementos más importantes que complementan el Fast Fashion es la mercadotecnia, pues despierta el deseo de los consumidores por obtener las novedades de la industria con la inmediatez de sus lanzamientos a bajo costo, además colaboran con influencers que son capaces de brindar un panorama distinto a la ropa que llaman “desechable”. Por ejemplo, la marca sueca H&M anunció que Katy Perry, la artista mejor pagada según la revista Forbes, será su próxima embajadora en diciembre de este año.
