-
GAP no mejora y el fusible fue el mƔximo responsable: el CEO
-
Se va el Arthur Peck en medio de un intento de renovaciĆ³n corporativa desmembrando a la firma en dos partes
-
La marca perdiĆ³ el contacto con los Baby Boomers y no logra atraer a los Millennials
Gap, una de las marcas que mejor supo aprovechar el fast fashion en el retail, tiene un 2019 realmente convulsionado.
En febrero, como parte de una estrategia para superar una dura crisis, decidiĆ³ desmembrar la empresa en dos grupos.
- Por un lado, con una nueva entidad cuyo nombre aĆŗn no se ha decidido (podrĆa ser āNewCoā), las marcas GAP, Banana Republic, Athleta, Hill City e Intermix.
- Por otro lado, Old Navy, la mƔs redituable y que mƔs estƔ creciendo.
La idea es que ambas firmas coticen en bolsa.
En ese momento, GAP dijo que la separaciĆ³n se realizarĆ” a travĆ©s de una escisiĆ³n que permitirĆ” a cada compaƱĆa maximizar su enfoque en cuanto a las finanzas y a la estrategia de mercadotecnia, alineando las inversiones con las necesidades de cada una.
Aquel anuncio reimpulsĆ³ a la compaƱĆa en Wall Street por algĆŗn tiempo, pero no durĆ³ mucho: a mitad de aƱo las acciones volvieron a caer.
El mentor de esta estrategia corporativa fue Art Peck, el mismo que se va ahora luego de 15 aƱos en el puesto.
Los papeles de GAP volvieron a caer
Sin tener en cuenta las Ćŗltimas 24 horas, la capitalizaciĆ³n de GAP se redujo un 32% en lo que va del aƱo.
AsĆ es, Peck deja el cargo como presidente y consejero delegado del cuarto mayor grupo del mundo de distribuciĆ³n de moda con una empresa envuelta en un mar de dudas respecto de sus posibilidades de salvaciĆ³n.
Lo reemplaza Robert J. Fisher, hijo de los fundadores y actual presidente no ejecutivo.
Bajo la direcciĆ³n de Peck, GAP despegĆ³ internacionalmente basada en forjar alianzas con socios locales.
La primer dĆ©cada le fue bien, pero con los aƱos, el grupo se vio afectado por la caĆda del consumo en Estados Unidos.
Junto con el anuncio de la salida de Peck, GAP comunicĆ³ un adelanto del sus resultados del tercer trimestre del ejercicio en curso: las ventas globales de GAP cayeron un 7%, las de Banana Republic se encogieron un 3% y las de Old Navy, un 4%.
Uno de los problemas que los inversionistas ven en GAP es el nĆŗmero de tiendas. Esto aĆŗn cuando cerrĆ³ 36Ā durante el segundo trimestre de 2018, la mayorĆa de las marcas GAP y Banana Republic.
Y al mismo tiempo, abriĆ³ 45 tiendas de Old Navy y Athleta. Hasta el 30 de junio tenĆa 3.600 tiendas en total.
La compaƱĆa ya anunciĆ³ planes en septiembre de 2017 sobre abrir 270 tiendas de Old Navy y Athleta, y cerrar 200 ubicaciones de Gap y Banana Republic. Todo en el transcurso de tres aƱos.
The Gap, que se fundĆ³ en 1969, solĆa ser la marca mĆ”s atractiva en el sector minorista: se subiĆ³ al auge de los centros comerciales en la segunda mitad del siglo 21, y sus playeras con su logo ganaron a los clientes, desde adolescentes hasta madres y celebridades.
Pero la marca perdiĆ³ el contacto con los Baby Boomers y no logrĆ³ atraer a los Millennials, que eligieron otras como Leviās, Target y las fast fashion como H&M y Zara que los conquistaron con precios mĆ”s baratos y estilos mĆ”s modernos.