La estrategia de marketing de los grandes conglomerados apunta en un sentido en los últimos meses: la división del negocio en partes más pequeñas. Sin embargo, Bayer parece no ir en ese sentido.
El fabricante alemán de medicamentos y pesticidas Bayer dice que no tiene planes de dividir sus tres segmentos de negocio principales en empresas más chicas que coticen por separado.
Lo confirmó este jueves 18 de noviembre Werner Baumann, presidente ejecutivo de la compañía, en medio de una catarata de versiones sobre la posible separación y mientras otros conglomerados, como Toshiba, Johnson & Johnson y General Electric anunciaron estrategias en ese sentido.
“Vamos a continuar el camino en el que estamos, que es el que está desarrollando nuestra empresa en los tres pilares de negocios que tenemos: productos farmacéuticos, ciencia de cultivos y salud del consumidor”, le dijo Baumann a Bloomberg en una entrevista.
La pregunta del periodista apuntó al tema porque en las últimas semanas varias compañías dijeron que están planeando o ya han comenzado a segmentar sus negocios con el objetivo de simplificar sus estructuras y enfocarse mejor en cada nicho.
Baumann dijo que la decisión de continuar operando las tres unidades bajo el mismo paraguas fue tomada por la administración de la compañía y apoyada por su junta de supervisión.
“Lo que sirve para una empresa no necesariamente sirve para otra”, dijo Baumann, y agregó que las tres unidades de Bayer tienen plataformas comunes, por lo que no se pueden separar de manera simple.
Los comentarios de Baumann reiteran lo que dijo en 2018 después de que los analistas pidieran una estrategia de ruptura para que el precio de las acciones de Bayer no se derrumbara.
Según muchos analistas, las acciones de la compañía no repuntan por el llamado “descuento de conglomerado” que afecta a las empresas que tienen negocios combinados con poca sinergia.
Los comentarios de Baumann se suman a los dichos del presidente de la junta no ejecutiva de Bayer, Norbert Winkeljohann, quien también se expresó en contra de una una estrategia de división. “Dividir la empresa no crearía valor, sino que lo destruiría. Eso no puede beneficiar a los accionistas”, dijo Winkeljohann.
