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Ford está en un proceso mundial de reorganización para enfrentar los cambios en la industria.
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Esa reestructuración supone costos que condicionan las ganancias de la compañía.
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Los próximos meses serán vitales para la firma que, por ahora, lidera Jim Hackett.
Las ganancias de Ford cayeron y las acciones también, en un escenario de reorganización global que genera tantas expectativas como incertidumbre hacia el futuro.
Es que los US$ 1.200 millones en costos trimestrales de reestructuración global golpeó los ingresos mundiales, y se sumó a los problemas que afronta la marca estadounidense especialmente en Europa y Sudamérica.
El fabricante de automóviles con sede en Detroit reportó en el segundo trimestre de 2019 una ganancia neta de apenas US$ 148 millones, una disminución enorme frente a los US$ 1.100 millones que había logrado en el mismo trimestre del año anterior.
Así, las ganancias por acción obtuvieron 28 centavos, en contraste con las expectativas del mercado de 31 centavos.
La consecuencia fue más que obvia: las acciones de la empresa con sede en Detroit cayeron casi un 6 por ciento en las operaciones posteriores hasta los US$ 9,70 por papel.
Jim Hackett, presidente ejecutivo de Ford, intentó ser optimista ante los números. “El rediseño global de Ford está impulsando cambios positivos. Estamos viendo un progreso tremendo en Europa y signos discretos de estabilidad en China”, dijo a los medios. “La empresa está mejorando, creemos, y es sólida en términos de crecimiento, flujo de caja y rentabilidad”.
Ford anunció en junio que recortará 12.000 empleos y cerrará varias plantas en Europa. Además, dio fin a una fábrica de camiones histórica en Brasil.
En China, donde los cambios, por su volumen, generan fuerte impacto cuando se producen, las ventas de Ford cayeron un 30 por ciento en el segundo trimestre en comparación con el mismo período del año anterior.
La marca dijo que espera ganancias de entre US$ 7.000 y 7.500 millones este año, algo por encima del 2018, publicó el Financial Times.
Hace tres semanas, anunció que expandió su alianza global con Volkswagen con la suma de colaboración en vehículos eléctricos y tecnología de auto-conducción.
Puntualmente, la profundización de la alianza hará que VW invierta US$ 2.600 millones en Argo AI, la startup sobre tecnología sin conductor respaldada por Ford.
Por su parte, Volkswagen le entregará a Ford acceso a la plataforma base en la que VW anclará los vehículos eléctricos que planea lanzar al mercado a mediados de la década que viene.
Trabajo conjunto
En enero, las marcas habían sorprendido al mundo automotriz anunciando su primer acuerdo: una empresa conjunta centrada en vehículos comerciales, como la camioneta Ford Transit.
En ese momento, los ejecutivos anticiparon que iban a seguir buscando oportunidades de acuerdos conjuntos. Igualmente, hay que aclarar que la alianza no implica una fusión ni participaciones de capital entre ambas empresas.
El acuerdo de VW y Ford se suma al que Nissan y Renault tienen hace casi dos décadas, al que recientemente anunciaron las rivales de lujo Mercedes-Benz y BMW y al que mantienen PSA y Citroën en Europa.
Camionetas
La mayor parte de las ganancias del segundo trimestre de Ford provino del mercado estadounidense, básicamente por las ventas de camionetas Serie F y Ranger.
Los SUV más nuevos (Expedition, EcoSport y Edge) también tuvieron grandes desempeños. En conjunto, tuvieron un aumento del 14% en las ventas en el segundo trimestre en Estados Unidos.