Hoy es el gran día para Spotify. La plataforma de música en streaming debutó en la Bolsa de Valores de Nueva York con una interesante estrategia que lejos de convencional puesta por hacer énfasis en sus pérdidas operativas y una cotización lowcost.
La peculiar técnica empleada por esta firma se ha ido construido durante los últimos días con anuncios de situaciones que quizá otras empresas hubieran mantenido en el escritorio cuando menos hasta después de su debut en el terreno bursátil.
Durante la semana pasada, la firma aseguro que 2 millones de usuarios de la versión gratuita de si servicio habían eliminado la publicidad -forma en la que se financia dicha propuesta-, hecho que les permitía acceder a la versión premium de manera gratuita.
La compañía tomó medidas al respecto, y para muchos fue una estrategia para justificar la baja en el número de usuarios registradas por la plataforma a finales de diciembre pasado, cuando su base cató de 159 a 157 millones suscriptores. Al mismo tiempo la empresa ajustó las horas de consumo estimado, que alcanzaron cerca de 39 mil 800 millones durante 2017, en lugar de las 40 mil 300 anunciadas en un principio.
Este hecho, que en un principio fue reportado por medios como Mashable, se suma a la curiosidades que giran alrededor de la esperada salida a la Bolsa de la firma. Situaciones alejadas de los convencional han caracterizado la llegada de Spotify al mundo de las acciones, tal como las advertencias que constan en el folleto de debut de la firma.
En este documento se lee “Hemos incurrido en importantes pérdidas operativas en el pasado, y es posible que no podamos generar ingresos suficientes para ser rentables o generar un flujo de efectivo positivo de forma sostenida. Además, nuestra tasa de crecimiento de los ingresos puede disminuir”, párrafo al que se suma aquel que indica que “El precio público de nuestras acciones ordinarias puede ser más volátil que en una oferta pública de venta habitual y podría, al comenzar a cotizar en la Bolsa de Nueva York, disminuir de manera significativa y rápida”, de acuerdo con la información registrada en la Securities and Exchange Comisión.
Se trata de argumentos de ventas poco atractivos que se sigan a un modelo de cotización que muchos han denominado lowcost. La empresa optó por un enfoque -algo arriesgado- llamado listado directo, que se presenta cine alternativa menos costosa que una Oferta Pública de Venta en la que la empresa vende acciones directamente al público sin intermediarios, pero también implica inconvenientes como la falta de apoyo de los banqueros.Por lo general esta opción es adoptada por compañías de pequeña capitalización. En un video publicado en la web de la empresa, se explican las razones de esta peculiar salida a la Bolsa.
Poco falta para saber que tan bien recibieron los inversionistas esta propuesta que de salir bien podría marcar un modelo de saluda a la bolsa distinto, el cual tiene altas posibilidades de ser replicado por otras compañías de nueva generación.