Vivimos en una república federal donde gobierna un presidente pero con varios miembros de la nobleza que ocupan las calles y los medios digitales. Todo empezó con un video del 2011 que capta a dos mujeres insultando a policías en la Avenida Mazaryk de la Ciudad de México. Una de las dos mujeres es Azalia de aquel programa televisivo Big Brother. A partir de ahí ante cualquier abuso o falta a la moral que se capta por medio de una cámara y se comparte en redes sociales se convierte en Trending Topic, en algunos casos por varios días. Así tenemos ejemplos como: #ladypolanco, #lady100pesos, #lordferrari, #ladychiles, más los que se acumulen.

Pero ya no se trata únicamente de personas que abusan de algo o de alguien en la vía pública, y es el caso de “Lady Cajero”, detonada a partir de la siguiente imagen, la cual provocó una serie de importante de memes y fotomontajes, muy similar al caso de la camioneta Nissan robada en Monclova.

Si bien este modelo de denuncia sarcástica ciudadana empieza a perder su fuerza, representa oportunidades interesantes para empresas o marcas que pueden montar para sacar algún tipo de provecho mediático, tal como muestra la imagen a continuación:

Prácticamente cualquier persona tiene acceso a herramientas para modificar imágenes, crear memes y generar su propia versión de los fenómenos mediáticos, en cuestión de minutos y en ocasiones con gran ingenio.

El vehículo para acelerar la comunicación de estas manifestaciones creativas es el Hashtag (#), lo cual puede o no convertirse por algunos minutos en trending topic, pasar a la fama digital, y posteriormente queda inmortalizado a través de la huella digital, es decir, permanecer en los motores de búsqueda.

Aquello que en lo político o el periodismo de denuncia parece una denuncia ciudadana, se aprovecha sin miramientos para viralizar marcas, ideales y hasta equipos de futbol.

Estamos en la era de la denuncia ciudadana a través de las redes sociales, que de momento se manifiesta con “Ladies” y “Lords” pero en el futuro puede evolucionar en otra cosa.

El aprendizaje para todos los colegas profesionales de la mercadotecnia es que las acciones en tiempo real serán más importantes. Es inevitable para aquellas marcas con entorno competitivo agresivo monitorear en tiempo real aquello que represente una tendencia mediática interesante.

En otros países se aprovechan grandes eventos políticos o deportivos para dichos esfuerzos, a través del montaje de “war rooms” o equipos especiales de trabajo.

En países como el nuestro, adicional a los eventos magnos, es necesario monitorear noticias, denuncias y situaciones, que en ocasiones con “kafkianas” pero que permitan montarnos en sus conversaciones subsecuentes.

Lo anterior debe formar parte de una estrategia de comunicación con claridad en los objetivos y los alcances, que puede ser difícil de predecir en la ejecución pero exige una visión previa de qué comunicar y cómo hacerlo en el momento de surgir una nueva “Lady”, “Lord” o aquello que alguna mente creativa invente en el futuro para hacer viral una denuncia o algún tema polémico.