Este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que la economía mexicana creció 1.1 por ciento durante el primer trimestre del año respecto al trimestre anterior; cifra que corresponde a la proyección previa del organismo realizada el pasado 30 de abril.
No obstante, de acuerdo con estimaciones de Bloomberg, este dato es inferior al 1.3 proyectado por analistas consultados por el medio; en el cuarto trimestre de 2017, el Producto Interno Bruto (PIB) se incrementó 0.8 por ciento.
Dentro del informe presentado por el INEGI detalló que en lo referente a las actividades primarias, mismas que corresponden al sector agropecuario, crecieron 0.9 por ciento comparado con el lapso anterior. Respecto a las actividades secundarias, registraron un crecimiento similar a la actividad primaria.
Mientras que las terciarias, que incluyen comercio y servicios, tuvieron un alza del 1.1 por ciento.
En lo que respecta su variación anual, este indicador tuvo in crecimiento del 2.3 por ciento, cifra mayor al mismo periodo del año pasado. Sin embargo, estos datos muestran una falta de aceleración en cuanto a la generación de riqueza, por ende afecta al consumo.
De igual forma, las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) han generado incertidumbre en los inversionistas, al tiempo que la fortaleza del dólar decrementa el valor de la moneda local. Todos estos síntomas, aunados al proceso electoral de julio entrante, son factores que influyen en que la gente se muestre con cautela al momento de adquirir bienes y servicios.
Si bien las estrategias están diseñadas ahora mismo en torno al futbol, el consumidor también está pendiente principalmente al desempeño de la economía, ya que se trata de uno de los indicadores en los que basa sus decisiones.