La economía informal mexicana es algo común de ver en el país, no obstante, ha registrado su punto más bajo desde hace 18 años.

Una considerable parte de la población mexicana no tiene la oportunidad de estar en un trabajo estable dentro de una empresa o negocio formal, entre algunos de los factores por lo que esto sucede, es el poco acceso a la educación, poca oportunidad para comenzar la vida laboral, falta de contactos, el requerimiento de personas especializadas por bajos salarios en parte de las empresas, falta de oportunidades o la elección de tomar algunos caminos diferentes para generar ingresos económicos por diferentes situaciones, hecho que ha puesto en alto el crecimiento del comercio informal en gran parte de México, mostrando una considerable estabilidad aún con el pasar de los años.

De acuerdo con el gráfico de Statista donde muestra la tasa de ocupación en el sector informal en México, durante el primer trimestre del 2021 aproximadamente el 27 por ciento de la población mexicana se encontraba siendo parte del sector informal, cifra que se muestra relativamente constante hasta llegar al segundo trimestre del 2020 donde se registró que este descendió al 23 por ciento, el cual nuevamente ha ascendido e incluso se ha incrementado durante el primer trimestre del 2021 llegando una ocupación del 28.5 en este sector.

Entre algunos ejemplos de actividades en la economía informal que vemos fácilmente en el día a día se encuentran los vendedores ambulantes, cuidadores de automóviles, empleados domésticos, lustrabotas, personas que trabajan en su propio domicilio o taller, aprendices o familiares sin renumeración económica y otro tipo de trabajadores de la economía formal, pero sin seguridad social.

La economía informal mexicana en declive

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la economía informal mexicana registró en 2020 el 21.9 por ciento del producto interior bruto del país (PIB), logrando una considerable reducción de 1.2 puntos porcentuales a comparación del 2019 cuando este sector representaba el 23.1 por ciento del PIB nacional.

De acuerdo con Julio Santaella, presidente del Inegi:

“Debido a la pandemia y el consecuente confinamiento y disminución de la ocupación, la economía informal participó con 21.9% del PIB nacional, el menor valor en la historia de esta serie”.

De igual forma, Forbes menciona que el valor agregado bruto (VAB) de la informalidad, logró alcanzar más de 2.4 billones de pesos en 2020, es decir, casi el 8 por ciento menos que durante el 2019 que registró un VAB de 2.6 billones de pesos.

El comercio minorista fue uno de los principales rubros en la economía informal, ya que este representó el 40.5 por ciento del valor de este en 2020, seguido por la construcción con un 25.7 por ciento y la manufactura con un 13.9 por ciento, entre otras áreas.

Para tener en cuenta de la magnitud de la economía informal mexicana, las cifras preliminares del Inegi muestran que la contribución del PIB informal se generó por 55.6 por ciento de la población ocupada en condiciones de informalidad, mientras que el restante 78.1 por ciento del PIB fue generado en el sector formal con un 44 por ciento de la población ocupada formal; el Inegi busca explicar estos datos más fácilmente con un ejemplo dentro de su comunicado:

“Es decir, que por cada 100 pesos generados del PIB del país, 78 pesos lo generan 44% de ocupados formales, mientras que 22 pesos los generan 56% de ocupados en informalidad”.

La pandemia sigue mostrando afectaciones en la economía

Los ingresos de la economía mexicana se vieron afectados en buena parte a causa de la pandemia, donde se registraron cientos de miles de muertes tan solo en México, incluso también de algunos negocios.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en su segundo conjunto de resultados del Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2020, estiman que de los 4.86 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos reportados en los censos económicos del 2019, sobrevivieron 3.85 millones, nacieron 619 mil nuevos negocios y aproximadamente un millón 10 mil 857 (casi el 20 por ciento de estos) cerraron sus puertas de manera definitiva, de los cuales el 5.6 por ciento eran negocios formales y el 12.28 eran informales. José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, mencionó que:

“Con la desaparición de estos establecimientos pequeños y medianos vemos una afectación estructural que va a hacer muy complicado que la economía pueda compensar porque significa menores empresas, menor cantidad de inversión y poca capacidad de generar empleos”.

La pandemia afectó significativamente a los negocios y economía informales, los cuales se recuperarán poco a poco con el paso del tiempo, no obstante, ya han logrado representar su máximo declive en 18 años.