Con más de 1 200 millones de usuarios, puede parecer imposible que Facebook (www.facebook.com) deje de crecer y empiece a declinar su uso en los próximos años. Sin embargo, los datos más recientes de investigaciones realizadas en Europa muestran que podría ser así, y la que esperada diáspora puede venir de un fenómeno no antes visto, y que es originado en la brecha natural entre padres e hijos.
El uso de toda tecnología tiende a reducirse una vez que aparecen nuevas opciones que aprovechan los llamados “huecos de diseño” para generar una ventaja competitiva. De alguna forma, Facebook comenzó así, llenando los huecos de MySpace (www.myspace.com) y de otras pequeñas redes sociales. Claramente diferenciándose de Twitter (www.twitter.com) se posicionó como una opción para los jóvenes, un espacio de expresión capaz de implementar un mundo aparte.
Al evolucionar del entorno relativamente cerrado del ámbito escolar en EEUU, al ámbito juvenil mundial, comenzó a atraer a los adultos, principalmente, por la facilidad de publicar contenido. En ese entonces, la única opción de publicación de contenido era contar con un blog o participar en una publicación colectiva.
De esa forma, FB ha captado a casi el 20% de las personas conectadas en el mundo, capaz de ofrecer un espacio de comercialización virtual a anunciantes locales y globales – justo ahí comenzamos a ver que la diáspora se iniciaba.
Al igual que otras plataformas que ofrecían un espacio informal y gratuito, FB debió recurrir al modelo económico de los anuncios para sobrevivir y eso comenzó a ahuyentar a los que buscaban sólo un espacio de expresión, sólo un espacio para compartir lo que hacían – con la esperanza de que se perdiera en el éter digital … para evitarse tener que borrarlo.
Lo efímero del contenido facebookiano se tornó en permanente, lo propio se volvió público y lo simple se volvió complicado, así comenzó la diáspora … primero a Twitter y ante la falta de recursos facebookianos, a donde sea.
El estudio mencionado y que es traído a la luz por el periódico Inglés The Guardian (www.theguardian.co.uk) indica que una de las principales consecuencias de sitios como Facebook es el decremento de un individualismo creciente. Ya que estos sitios “llevan a la reconexión entre personas”. Sin embargo el supuesto que el sitio sólo facilitaba la operación de redes sociales existentes parece ser equivocado pues muchas sociedades aún prefieren la interacción a partir del cara-a-cara o de la familia.
Particularmente, en México es común ver como las redes sociales se componen de clusters o núcleos claramente diferenciados; lo cual indica la dinámica del crecimiento (y decrecimiento) de las redes. Asi, es de esperarse que la diáspora se dé entre los adolescentes mexicanos de forma drástica al romper los clusters en un un efecto burbuja.
Asi, la diáspora parece originarse en las ganas del los jóvenes de habitar un espacio informal, sin reglas claras y lejos de la observación del mundo adulto -que sólo quiere aprender de ellos. ¿Qué seguirá después de Facebook? Tal vez volver a organizar cenas y reuniones, donde los amigos disfruten un buen rato platicando y riendo.
¡ No te desconectes !