En días recientes se confirmó que la nueva ley de etiquetado (NOM-=51) entregará en vigor en octubre próximo, momento en el que las marcas de alimentos y bebidas no alcohólicas deberán de despedirse de sus personajes de marca. Este sería el adiós en el mercado mexicano para figuras como el Tigre Toño, Chester Cheetos o el Osito Bimbo.

De esta manera, la actualización de la NOM-051 indica que ahora, por ley, las marcas no podrán usar personajes en su etiquetado.

En este sentido, las restricciones en los nuevos empaquetados prohiben el uso de personajes infantiles, animaciones, celebridades, mascotas, deportistas y dibujos animados.

Estos cambios deben llevar a los productos a mostrar uno o dos sellos de advertencia por el contenido de grasas saturadas, altos niveles de azúcares y la presencia de edulcolorantes.

Las marcas pierden en decisión de compra

Desde la óptica de la mercadotecnia, este es un duro golpe para las marcas de la categoría considerando que con la eliminación de sus personajes se pierde uno de los activos más importantes para cualquier firma comercial.

Es importante mencionar que este tipo de activos permiten a las firmas comerciales y anunciantes conectar de manera emocional y más cercana con sus públicos meta, mejorando la efectividad de sus acciones de mercadotecnia y comunicación.

Cuando menos, así lo revela un estudio de la firma System1, citado por Adweek, el cual apunta que estos personajes ayudan a que las estrategias de marketing sean hasta un 37 por ciento más efectivas.

Adicional, las restricciones en el uso de estas mascotas de marca limita el poder de las firmas para incidir en las decisiones de compra de sus posibles compradores.

Recordemos que el 69 por ciento de los consumidores en México están dispuestos a pagar más por un producto que tenga un buen packaging, mientras que el 76 por ciento de las decisiones de compra se toman en el punto de venta. El empaque es fundamental.

El consumidor también lo pagará

Si bien con el adiós a estos personajes las firmas perderán un importante campo de competencia, también es cierto que no serán las únicas perdedora.

El consumidor podría resultar afectado y no solo por olvidarse de aquellos personajes que lo acompañaron por décadas y décadas.

Decirle adiós al Tigre Toño, El Negrito, El Osito Bimbo, el Gansito Marinela y Chester Chetos, podría ocasionar una ceñida en ventas, lo que de manera natural podría elevar los precios de los productos hasta en un 30 por ciento en función de la intención de las empresas por mantener su negocio.

Cuando menos así lo refiere César Enríquez Morán, director de la Asociación Americana de Marketing (AMA), quien tal y como publican diversos medios, ha indicado que con esta normativa “vas a matar al Osito Bimbo, al Tigre Toño y al Pancho Pantera, en estos productos de consumo la influencia del empaque es hasta un 30 por ciento la decisión de compra, si se caen las ventas ese mismo porcentaje se incrementará de precio al consumidor, porque las empresas no están dispuestas a tirar dinero”.

Este aspecto deberá de ser atendido por las empresas que se verán afectadas con esta actualización, mismas que tienen hasta octubre para ajustar sus estrategias y lograr que el nuevo etiquetado pegue lo menos posible tanto a sus negocio como a la relación con sus consumidores.