La “cancel culture” o cultura de la cancelación, por su traducción al español, es un fenómeno que ha ganado gran visibilidad en los últimos años. Esta nos habla del concepto de retirar el apoyo o “cancelar” a personas (principalmente) por sus acciones o dichos ya sean recientes o del pasado. Sin embargo, el concepto ha evolucionado para ya no solo enfocarse en retirar el apoyo a las personas, ahora también los contenidos se pueden ver impactados por este movimiento e incluso los personajes ficticios, lo cual directamente afecta a los creadores y medios que están detrás de esas piezas o que generan números a través de ellas.
El ejemplo más claro y reciente que se tiene de lo anterior en relación a cómo ha evolucionado la cultura de la cancelación se encuentra en la noticia de que un columnista de The New York Times, de nombre Charles M. Blow, busca que se cancele a un personaje de los Looney Tunes de Warner Bros. conocido como Pepe Le Pew. Desde la perspectiva del columnista y muchos otros, este personaje es uno que, pese a ser una caricatura, ha contribuido a la cultura de la violación pues como se puede ver a lo largo de distintos episodios donde aparece, este tiene actitudes ciertamente inapropiadas, como tomar y besar a personajes femeninos sin su consentimiento tal como se ve en el video que él mismo escritor compartió en su cuenta de Twitter en alusión a su denuncia contra el personaje.
RW blogs are mad bc I said Pepe Le Pew added to rape culture. Let’s see.
1. He grabs/kisses a girl/stranger, repeatedly, w/o consent and against her will.
2. She struggles mightily to get away from him, but he won’t release her
3. He locks a door to prevent her from escaping. pic.twitter.com/CbLCldLwvR— Charles M. Blow (@CharlesMBlow) March 6, 2021
El revuelo que causó esta acusación parece que tuvo efecto llevando a que se retirara la presencia del personaje para la película ‘Space Jam 2‘ en la que tendría por lo menos una escena donde nuevamente reflejaría este comportamiento inapropiado. Sin embargo, previo a ello desató un debate con respecto a todos los personajes que también deberían ser cancelados por actitudes inapropiadas, tales como los que se pueden identificar a través de distintos comentarios en redes sociales:
Dicen que «Pepe Le Pew» es un acosador, pero no dicen nada de «La Bruja del 71» o «Pucca».
Dicen que «Speedy Gonzales» estereotipa a los latinos, pero les encanta Sofía Vergara en «Modern Family».
¿Así o más hipocresía? pic.twitter.com/VisEVBdfGq
— Santiago Romero (@Santiago_Romero) March 9, 2021
Incluso se movió la conversación al terreno de la música por letras que se pueden escuchar en el reggaeton y contenidos de cine, como la película “Vaselina” (“Grease”en su versión original) que ahora además de ser considerada un clásico es considerada como una película sexista, machista y homofóbica. No obstante, más allá de la molestia de algunos por este tema, quienes enfrentan el problema con la cancelación de personajes y contenidos son los medios que los proyectan o distribuyen no tanto los personajes como tal pues son entes inexistentes en el mundo real.
¿Qué problema supone todo esto?
Para los distintos medios ahora existe el reto de no poder usar más ciertos materiales, trabajar con ciertas figuras o tener que cancelar incluso producciones completas para evitar el daño a su reputación y sus números, al tiempo que se espera que tomen cartas en el asunto como una forma de mostrar que entienden la gravedad de los problemas y quieren continuar recibiendo el favor de las audiencias. Aquí nuevamente se puede tomar el caso de Pepe Le Pew y lo que han hecho con su participación en la película “Space Jam 2″como una forma de mostrar que las firmas involucradas tienen que lidiar de una u otra manera con las críticas que surgen en contra de sus creaciones. Por supuesto, en este caso, la labor implica tener que reeditar el trabajo para poder generar resultados con el mismo, pero no en todos los casos basta con simplemente omitir algunas partes de un material, en ocasiones se busca reemplazar unas figuras por otras; es posible que con Pepe Le Pew se haya llegado al final de su presencia como personaje pues será recordado como uno que a lo largo de los años ha promovido el acoso y otras conductas que definitivamente son negativas. Cabe destacar que por ser contenidos (particularmente ficticios) las acciones se esperan de las firmas que están detrás. Por otro lado, a veces no queda otra más que echar abajo todo un proyecto.
En ese último caso sin duda se puede hablar del un impacto económico para los negocios involucrados en este segmento, ya sea para las firmas que crean los contenidos o para las que los distribuyen en la pantalla, sin embargo, el primer golpe parece que siempre es hacia la reputación de las firmas por dar difusión, en este caso, a contenidos que promueven conductas inapropiadas, y dado que es a la reputación primero, para las empresas de medios y contenidos existe la oportunidad de actuar.
¿Existe solución?
Es importante entender que parte de lo que busca la cultura de la cancelación hacia los contenidos de los medios es que se los fallos sean enmendados y apuntar a las compañías más que a los personajes o contenidos como tal es lo que puede realmente generar cambios a largo plazo. De acuerdo con palabras compartidas para la BBC, sobre la cultura de la cancelación y su costo para las marcas, por Kimberly Foster, editora en jefe de For Harriet: “Si se dejará que las personas (o en este caso los contenidos) sepan cuándo han rebasado los límites de lo que la sociedad encuentra de buen gusto o apropiado, entonces también se debe asegurar el tener la forma de hacerle saber a estas personas cómo pueden reparar el daño que han hecho”. Así que para los medios es claro que la forma de enmendar los problemas que han generado los contenidos está en editarlos o cancelarlos para demostrar que comparten la misma visión que el público.
Por supuesto, es posible suponer que muchas firmas que generan contenidos ahora ya tienen en cuenta elementos como las actitudes que integrarán a sus personajes o las escenas que desarrollarán, también puede que tengan un mayor rigor al elegir con quiénes trabajar en sus producciones para evitar cambios como ha sucedido en múltiples ocasiones que diversas figuras han sido señaladas por escándalos de su pasado. El poder anticiparse a ser “víctimas” de la cancelación se puede considerar clave para la continuidad de sus proyectos en las distintas plataformas donde estarán apareciendo a lo largo de los años.
