Las primeras tres temporadas de la serie Narcos contaron la historia de los carteles colombianos y ahora que toca el turno de los narcotraficantes mexicanos las cosas se han complicado.
En agosto de 2015 se estrenó Narcos, una serie original de Netflix producida por Gaumont International, que cobró gran popularidad por contar la historia de Pablo Escobar, interpretado por el actor brasileño Wagner Moura.
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Narcos es una de las series insignia de Netflix en Latinoamérica y sus campañas de marketing han ganado premios en las recientes ediciones del Festival de Creatividad Cannes Lions.
La historia de Escobar dura dos temporadas y la tercera entrega, que llegó al servicio de streaming en 2017, es sobre la caída del Cartel de Cali. En esta se presenta a Amado Carrillo (José María Yazpik), el narcotraficante mexicano líder del Cartel de Juárez y todo indica que la cuarta temporada de Narcos le dará seguimiento.
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Los escritores de Narcos tienen mucho material para sus historias, con narcotraficantes como Carrillo, Ismael Zambada, Joaquín “el Chapo” Guzmán, Héctor “el Güero” Palma, Vicente Carrillo, los hermanos Beltrán Leyva, los hermanos Arellano Félix, Osiel Cárdenas y muchos más.
Narcos también podría incluir a los ex presidentes mexicanos, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo Vicente Fox y Felipe Calderón, tal como hizo con los mandatarios colombianos César Gaviria y Ernesto Samper.
Pero las cosas se han vuelto complicadas para la producción.
Días atrás, Carlos Muñoz Portal, de 37 años, fue asesinado en la comunidad de San Bartolo Actopan, Estados de México, según un reporte de Animal Político. Era un scout independiente que buscaba locaciones para la grabación de Narcos. Hasta el momento no se ha avanzado en las investigaciones del crimen.
La muerte de Muñoz puso en riesgo la continuidad de Narcos.
Pedro Pascal, quien interpreta al protagonista de la serie, el Agente Javier Peña, dijo días atrás a TMZ que Narcos no debe seguir si no se garantiza la seguridad de los involucrados.
TMZ también señala que la cuarta temporada de Narcos podría no grabarse en México sino en Colombia.
En caso de realizarse, Narcos enfrenta otros problemas en torno a la relación de los medios y el gobierno mexicano: en el país es difícil hacer ficción con una alusión directa a la realidad.
En la serie El Chapo, producida por Univisión y Netflix, se cuenta la historia de Joaquín Guzmán Loera pero con una narrativa muy similar a la que rige en las televisoras mexicanas. Por ejemplo, no se muestra al PRI como Partido Revolucionario Institucional sino que se hace un eufemismo con el “Partido Trabajador Institucional”.
En las películas de Luis Estrada sí se manejan algunos nombres reales, pero no todos. En La Ley de Herodes (1999) se cuenta la historia de un militante del PRI, en El Infierno se muestran historias del narcotráfico y en La Dictadura Perfecta a la influencia de los medios. Esta última es parte de la tradición mexicana de no llamar las cosas por su nombre y Televisa es representada por “TV MX”.
Sin duda, la violencia actual en México dictará el futuro de esta serie que busca contar el inicio de lo que hoy conocemos como Guerra contra el Narcotráfico.
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