Las redes sociales son un extraordinario recurso para el intercambio de información en tiempo real y han dado voz a todo aquel que desea expresarse.
Recién escuché que se han salido de control y que hoy son una forma para destruir personas, sus trayectorias, su familia, su pareja, etc.
Difiero que se hayan salido de control, creo más bien que estamos viendo en la crítica un síntoma de una patología mas profunda. En varias ponencias y juntas clínica los psicoanalistas estamos viendo que la patología que más abunda en la consulta (y que más observamos en las calles) es el narcisismo, por lo que considero a la crítica en las redes sociales el medio por el cual el narcisista vomita la agresión contenida.
La APA (American Psychological Association) describe al narcicismo como «amor propio excesivo o egocéntrico», sin embargo, considero que es una descripción muy somera.
De narcisismo se han escrito innumerables libros, tesis y artículos de esta patología por lo que no es necesario citarlos en tan breve columna.
A una persona narcisista no le fue depositado o entregado suficiente amor por los padres durante su primera infancia, por el contrario, fue investido de agresión (no necesariamente golpes).
Cuantas veces hemos visto que un niño llora y los padres le dan una tablet o el celular que son objeto fríos y duros, carentes de amor (libido) para que baje el llanto, por lo que los padres en un acto de aplacar el sollozo dan un objeto que no lleva ni provee de amor, por el contrario, pareciese que buscan callar la fuente que los disturba.
Hay mensajes que conllevan agresión en las palabras, recuerdo a una paciente que su padre desde niña le decía “eres muy tonta para los números”, aunque la paciente no recuerda golpes físicos ni que le gritase la agresión estaba en el mensaje que contenía una humillación y descalificación que quedaron inscritos en su mente.
Si al niño no le es depositado amor por parte de los padres debe virar a si mismo y darse amor, por lo cual queda con pocos recursos para vincularse y construir relaciones cálidas en su vida adulta siendo poco probable que llegue al amor maduro, por el contrario, como le fue depositado agresión en abundancia tendrá grandes cantidades para vomitar al por mayor siendo la crítica una manifestación de esta conducta narcisista.
Claro que hay niveles de gravedad en esta patología, una forma sencilla de entenderles es en la clasificación de el llamado narcisismo de piel fina o vulnerable y el narcisismo de piel gruesa o grandioso, los primeros (de piel fina) son frágiles, vulnerables, hipersensibles, se sienten heridos con facilidad y tienen pocos recursos para enfretarse a fracasos, mientras que los de piel gruesa son insensibles a sentimientos profundos, tienen y muestran envidia ,me atrevería a decir que se creen sabelotodo, omnipotentes, arrogantes, son déspotas y pedantes.
Aunque parecieran fuertes son débiles en autoestima toda vez que la ausencia del amor de sus padres (o de los padres mismos) estuvo presente.
Al tener un exceso de agresión critican y vociferan al por mayor, y al ver fuentes libidinales como relaciones de prosperidad, amor, de amistad, etc., buscan destruir por medio de la palabra (o de los tweet) aquello que hubiesen querido tener pero que no le fue proporcionado e incluso se alían en redes sociales para subirse al tren del mame y vomitar su agresión contenida ya que la multitud es contagiosa.
La crítica lleva betas de agresión a diferencia de la opinión que conlleva betas libidinales.
Así que cuando veamos a una persona que vomita al por mayor su agresión pensemos por un momento que faltas de amor pudo tener en su infancia para crecer con una necesidad de destruir aquello que no le fue proporcionado.