La inflación alcanzó en la Argentina el 47,6% en 2018 y todo indica que seguirá muy elevada. En enero marcó 2,9% y los primeros datos de febrero dicen que será de alrededor del 4%.
En paralelo, el poder adquisitivo de los salarios cayó estrepitosamente respecto de la suba de precios. Según el Indec, el organismo oficial que se encarga de las estadísticas en Argentina, el índice de salarios total registrado acumuló un aumento nominal del 29,7% durante 2018, con una inflación en el mismo período del 47,6%.
Esto se traduce en que los salarios de los argentinos perdieron 17,9 puntos porcentuales. Dicho de otra forma: esa diferencia equivale a una pérdida real del poder adquisitivo del 12,2% en 12 meses.
La respuesta de la economía “real” a tamaño desfasaje es el achicamiento de las compras de las familias, que para poder pagar las elevadas tarifas de luz, gas, agua y los impuestos, tuvieron que cambiar sus hábitos de consumo en el supermercado.
Un estudio dado a conocer esta semana indica que por la caída del poder de compra del salario, los refrescos, la carne y los postres fueron los primeros productos que perdieron lugar en las bolsas de compras.
El informe, de la consultora D’Alessio Irol, demostró que ocho de cada 10 personas dejaron de adquirir primeras marcas y migraron sus decisiones de compra hacia alternativas más económicas.
El 80% de las personas encuestadas dijo que dejó de compras marcas líderes hasta en el 60 por ciento de los productos que consume habitualmente.
Este cambio tiene un solo objetivo: reducir los costos y morigerar el impacto de la inflación.
Reeplazos
Por otra parte, el estudio afirmó que para el 71% de las personas consultadas, el primer consumo sustituido es el de los refrescos. Para el 69%, la carne vacuna; 67%, los postres lácteos; 66%, la cerveza; y 59%, el pescado.
Con qué reemplazan los productos: las carnes son sustituidas por arroz (41% de los encuestados), por fideos (40%), por pollo (36%), por verduras (35%) y por frutas (31%).
Hay que recordar que las ventas en los supermercados cayeron 8,7% en diciembre respecto del mismo mes de 2017 y que el año pasado hubo una caída promedio anual del 3%
Del lado de los consumos inflexibles (erogaciones con más “resistencia” a ser eliminadas), están el servicio de Internet (el 68% de los encuestados dijo que lo siguen abonando), lo mismo que los medicamentos (54%), la TV paga (51%) y la telefonía celular (47%).
Esto es también una demostración de que servicios como la telefonía celular o el servicio de Internet ya no son un extra o un “lujo” sino que se trata de servicios básicos para casi cualquier familia argentina.
Marcas en apuros
Este escenario es complicado para muchas empresas. La semana pasada, la novedad fue que la histórica embotelladora de Coca-Cola en el país, la mejicana Femsa, presentó en el Ministerio de Trabajo nacional un pedido de Plan Preventivo de Crisis (PPC).
El PPC es una herramienta que permite a las compañías efectuar pagos indemnizatorios más reducidos y también aplicar suspensiones o despidos ante situaciones extremas.
Finalmente, llegaron a un acuerdo con el sindicato, pero habrá despidos.