La situación no es buena en Venezuela. Este jueves, el Poder Judicial asumió facultades de la Asamblea Nacional y la oposición denunció un “autogolpe”. Así podría resumirse una cuestión mucho más profunda y sobre la que hay miradas muy opuestas, dependiendo de qué analistas y medios traten de explicarla.
Más allá de la fragmentación política, hay una grave crisis económica y una muestra de ello es su mercado automotriz, que cayó a los niveles más bajos de su historia.
“El mercado de autos de Venezuela se encuentra totalmente colapsado. En el último registro, que corresponde al mes de febrero, se matricularon sólo 215 autos nuevos”, publicó Cars Drive en un interesante análisis de la situación. Y febrero no fue un mes excepcional: en enero pasó los mismo y sólo se vendieron 157 carros ‘cero kilómetro’.
“En total, en los últimos 12 meses, se vendió en Venezuela la insólita cifra de 2.668 autos”, agrega el medio argentino especializado en la industria automotriz, aclarando que “hace 10 años (2007), en la cresta de la ola del precio internacional del petróleo, se llegaron a vender 491.899 autos en Venezuela”.
El mercado de autos de Venezuela tiene seis fabricantes: Ford, Fiat Chrysler, Mack, Iveco, MMC y Toyota.
Qué está pasando en Venezuela
Dos artículos, con visiones opuestas, explican lo que pasa en Venezuela, uno de Nodal y el otro de El País.
Esto dice El País en su editorial de este viernes: “La anulación de las competencias de la Asamblea Nacional venezolana, el traspaso de estas al Tribunal Supremo de Justicia —controlado por el chavismo— y la asunción de poderes extraordinarios en materia penal, militar, económica, social, política y civil por parte de Nicolás Maduro supone un mazazo institucional de una gravedad extrema, sin parangón desde que comenzara la crisis institucional en Venezuela. Es un auténtico golpe de Estado para el que no cabe la más mínima matización. En un continente donde la democracia ha avanzado espectacularmente desde que dejara finalmente atrás regímenes de los años setenta y ochenta, el retroceso de Venezuela hacia una dictadura constituye una tristísima noticia y arroja preocupantes sombras sobre el futuro del país que de ninguna manera merece quedarse al margen del sistema de libertades felizmente mayoritario en la región”. El texto completo.
Nodal muestra este otro panorama: “La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitió una sentencia que determina que esta instancia del Máximo Tribunal del país ejercerá las competencias parlamentarias de la Asamblea Nacional –que actualmente se encuentra en desacato a las leyes de la República–, con el fin de preservar el Estado de Derecho”. Respecto de la denuncia de golpe de Estado, apunta que hay una “situación de desacato de la Asamblea (…) al incluir a “tres mal llamados Diputados de Amazonas, cuya juramentación fue espuria por haber sido impugnada ante el ente electoral venezolano”.
Otro interesante análisis es el de La Nación, de Argentina: “Lo de Venezuela no es populismo, sino autoritarismo”
Así las cosas, distintos países de América latina condenaron lo sucedido este jueves. Al extremo fue Perú, que decidió retirar su embajador.