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Japan Display surgió de la fusión de los negocios de pantallas de Sony, Toshiba e Hitachi
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Es el fabricante principal de pantallas del iPhone 11 y del último Apple Watch
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Por las bajas ventas y por la competencia de Samsung está en crisis financiera
Las ventas de smartphones ya no crecen como lo hicieron en la primera mitad de la segunda década del siglo 21.
Por esto, líderes como Samsung y Apple buscan diversificar sus estrategias para generar ingresos por fuera de los teléfonos celulares.
A esto hay que sumarle el avance chino. Xiaomi y muy especialmente Huawei no paran de crecer, amenazando “robar” market share en un mercado amesetado.
El fenómeno también arrastra a los proveedores de los fabricantes de teléfonos, que también ven cómo sus ventas caen y, si no tienen un aceitado plan de contingencia, caen en desgracia.
Japan Display es un claro ejemplo de esto. La compañía que surgió en 2012 al fusionarse las unidades de pantalla de Sony, Toshiba e Hitachi viene perdiendo valor año tras año y si no fuera por un rescate multimillonario que se confirmó este jueves, hubiera caído en la quiebra.
Japan Display, histórico proveedor de pantallas LCD de Apple, comenzó con problemas financieros con las bajas ventas del iPhone XR y desde entonces no se ha podido recuperar.
Desde su oferta pública inicial (OPI) de US$ 3.100 millones en 2014, el precio de sus acciones se derrumbaron de 900 a sólo 73 yenes.
De hecho, la compañía nipona no obtuvo ganancias en los últimos cinco años y durante ese período ya han pasado, sin éxito, cuatro directores ejecutivos, dice el Financial Times.
Para peor, hace unos meses se conoció que un ex ejecutivo a cargo de la contabilidad había malversado US$ 5,3 millones.
Inversores nipones y Apple, al rescate
El rescate será materializado por el fondo de inversión japonés Ichigo Asset Management, en un acuerdo de US$ 829 millones que le permitiría a la compañía continuar suministrando pantallas para el iPhone 11.
El acuerdo, que llegó después de otro previo por US$ 740 millones con un consorcio taiwanés-chino que fracasó, se materializa tras meses de incertidumbre que también involucraron a Apple, que incluso acordó invertir US$ 200 millones en Japan Display para evitar la debacle.
La asistencia financiera de la compañía de Tim Cook deja en evidencia la importancia de Japan Display como uno de los dos únicos proveedores de pantallas para su último iPhone 11 y para el Apple Watch.
Apple es el mayor cliente de la compañía japonesa, ya que genera el 60 por ciento de sus ingresos anuales.
Las acciones en Japón Display subieron casi un 6% después de que el periódico Asahi Shimbun informara sobre el éxito del rescate de Ichigo.
La crisis en Japan Display también tiene relación con una disminución en las ventas de sus pantallas LCD a las marcas.
Los principales fabricantes del gigante asiático (Huawei, Oppo, Vivo y Xiaomi) están cambiando hacia Corea del Sur, donde Samsung ofrece una pantalla OLED alternativa con precios competitivos.