Las acciones de General Electric (GE) no ceden ante su actual condición financiera, ya que cayeron este miércoles un 2.7 por ciento para llegar a 12.01 dólares por papel, el nivel más bajo desde la crisis financiera de 2009.

Por su parte, la ganancia bruta de GE ha caído significativamente de 59 mil 190 millones de dólares de 2010 a 11 mil 490 millones de dólares a 2017, muy similar al comportamiento del precio por acción.

John Flannery, CEO de la empresa, quien asumió el año pasado en lugar de Jeff Immelt, prometió “mantener una política financiera disciplinada” que hasta ahora ha implicado reducir drásticamente el rendimiento de dividendos de la compañía y vender unidades de bajo rendimiento como salud, petróleo y gas.

Flannery recortó el conglomerado en tres sectores principales: aviación, que produce motores a reacción; potencia, que suministra turbinas a centrales eléctricas; y energía renovable, que produce turbinas eólicas. En conjunto, estas tres unidades generan alrededor de 71 mil millones de dólares en ingresos anuales, informó The Boston Globe.

“Estamos avanzando agresivamente como una empresa de aviación, energía y energía renovable, tres empresas altamente complementarias preparadas para el crecimiento futuro“, dijo Flannery en un comunicado de prensa de junio. “Continuaremos mejorando nuestras operaciones y nuestro balance a medida que hacemos que GE sea más simple y más sólido”.

Wall Street parece estar un poco convencido de los esfuerzos de recuperación de Flannery, dando a la acción un precio objetivo promedio de 15.75 dólares por papel, que significa un 30 por ciento por encima de los números de este miércoles.

Los tragos amargos

GE, un miembro original del índice industrial Dow Jones, fue expulsada en junio, un hecho que encendió aún más los focos rojos de su crisis económica.

La salida oficial se efectuó el 26 de junio y Walgreens Boots Alliance lo reemplazó, un hecho significó un duro golpe después de años de rendimiento deficiente de acciones, negocios innecesariamente complejos y transacciones mal sincronizadas.

La empresa fue un miembro original del Dow en 1896 y estuvo en el índice continuamente desde 1907.

Bajo el mando de John Flanery, la empresa ha buscado salir de fuertes problemas económicos, mismos que le hicieron registrar pérdidas de hasta 9 mil 826 millones de dólares durante al finalizar el cuarto trimestre de 2017, en comparación con el beneficio neto atribuido de 3 mil 486 millones de dólares que obtuvo en el mismo periodo del año anterior.

Asimismo, los ingresos totales descendieron un 5 por ciento entre los meses de octubre y diciembre de 2017, hasta situarse en 31 mil 402 millones de dólares.

A principios de este año, Flannery dijo que estos resultados se han situado por debajo de las perspectivas del grupo, al mismo tiempo que indicó que espera que continúen aumentando los “desafíos” del mercado.

Analistas sugieren que el problema base de la empresa es la falta de atención y de tasas de interés durante años aumentaron los pasivos de las pensiones en todo el mundo.

Ese no es sólo un problema matemático: más de 600 mil empleados actuales y anteriores de General Electric dependen de estos beneficios de jubilación.