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La baja de la bolsa argentina es la segunda peor en un día de los últimos 70 años, según los datos que analiza Bloomberg en 94 mercados mundiales.
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Sólo Sri Lanka en 1989 pasó por algo peor, pero estaba en una guerra civil.
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El peso se devaluó 25% respecto del dólar tras la dura derrota electoral de Mauricio Macri.
El resultado en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) del domingo 11 de agosto generó una nueva debacle en todos los indicadores financieros que rodean a la Argentina.
En un sólo día, el índice Merval cayó 48% en dólares, alcanzando el segundo peor récord en la historia de caídas mundiales diarias en cualquiera de las 94 bolsas de valores compiladas por Bloomberg desde 1950.
A esta crisis sólo la supera la bolsa de Sri Lanka, que en junio de 1989 cayó más del 61% cuando la nación se vio envuelta en una guerra civil.
La situación en la Argentina y los problemas de las revueltas en Hong Kong han desestabilizado los mercados mundiales mientras la guerra comercial entre los Estados Unidos y China no encuentra un camino de resolución a la vista.
Si bien sorprendió la diferencia por la que Alberto Fernández superó al presidente Macri (que busca su reelección) en las primarias (15 puntos porcentuales), lo cierto es que los mercados no pueden haberse sorprendido por la derrota. Y si lo hicieron, evidentemente no manejaban buena información o se dejaron influir por una serie de encuestas que en los días previos anticipaban una elección pareja.
De hecho, el viernes anterior a la elección, un sondeo de opinión distribuido en los medios por una de las consultoras que elabora trabajos de este tipo en el país decía que la diferencia entre Juntos por el Cambio (Macri) y el Frente de Todos (Fernández) era casi imperceptible.
Nada más alejado de la realidad: la fórmula de Alberto Fernández (ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner hace más una década) obtuvo el 47,6 por ciento de los votos y quedó a un paso de ganar en primera vuelta de las elecciones generales de octubre próximo.
Macri alcanzó el 32,1 por ciento, muy lejos y casi sin ninguna posibilidad cierta de revertir la situación.
Crisis sin salida
Lo cierto es que la crisis en la Argentina es grave desde 2018, cuando durante la presidencia del actual mandatario de centroderecha el dólar trepó de forma descontrolada (100% el año pasado) y la inflación golpeó las economías de las familias (el salario real perdió más del 15%).
A esto hay que sumarle el estancamiento de la industria (tocó un piso en la capacidad instalada) y el consumo está en caída desde hace varios años.
En paralelo, crece el desempleo (11%) y avanzan los índices de pobreza (35%).
Es por esto que a muchos analistas les extraña que a los mercados los haya tomado por sorpresa un resultado que a las luces de la situación, no parecía descabellado.
Fue un lunes negro para todos los números de la Argentina. Además de la caída del Merval, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street también se derrumbaron. Algunas, más del 60%. Por ejemplo, Mercado Libre, la mayor empresa argentina que cotiza en Nueva York, perdió 10%.
El dólar subió 11 pesos argentinos en un día, de 46 a 57 pesos, y se espera un traslado a los precios de buena parte de los productos de la canasta básica. También subirá el combustible.
Respecto de la realidad política, en una conferencia de prensa, Macri, lejos de calmar la situación culpó a la oposición y a sus votantes por la debacle cambiaria y confirmó que tratarán de revertir el resultado en octubre.
Fernández, por su parte, dijo que es el Gobierno el que tiene que hacerse cargo de la economía.
Lo cierto es que hasta el 27 de octubre aún faltan más de dos meses y es difícil pensar en cómo hará la Argentina para llegar con esta inestabilidad.
Lo que los inversores temen es que el país no cumpla con sus compromisos de pago de la deuda externa, que sólo el año pasado creció en 57.000 millones de dólares por un préstamo del FMI que el Gobierno pidió para contener la estampida bancaria.
