Las marcas que logran entender cuáles son los intereses de su público y aportan contenidos e interacciones que generan un verdadero valor consiguen mayor lealtad de una manera genuina, lo que servirá para el funnel de marketing y que la fuerza de la recomendación “boca en boca” haga lo suyo.

Tanto Apple como Google continúan realizando cambios en sus procesos y algoritmos lo que hace que el futuro de la publicidad de pago sea incierto, por lo que el crecimiento orgánico a través de la participación de los usuarios es más seguro y sin duda mucho más difícil de lograr ya que implica mayor planeación estratégica, creatividad, constancia y, sobre todo, autenticidad.

La gran oportunidad que ofrecen las redes sociales es una comunicación bilateral que es la clave para impulsar mayores menciones y publicaciones orgánicas; una comunidad digital comprometida, que se siente cómoda y satisfecha puede ayudar a amplificar los alcances.

Por otro lado, los usuarios que se sienten utilizados, chantajeados o timados tienen la fuerza de afectar la imagen de una marca personal y empresarial.

Por ejemplo: ¿Para qué sirve hacer dinámicas y ofrecer giveaways si éstos no llegarán en tiempo y forma a los participantes?

¿Qué implica que una marca contrate a un influencer que, de manera “forzada”, recomienda un producto o servicio y en otras plataformas sociales se contradice?

¿Qué sentido tiene que una marca utilice las redes sociales para vender un buen servicio y a la hora de que los clientes buscan apoyo en los datos de contacto no son atendidos?

La comunicación que genera vínculos genuinos va mucho más allá de la pantalla porque se puede romper de manera súbita al igual que las palabras huecas.

Según un estudio de La Asociación de Publicidad, Marketing y Comunicación digital, en España, que analiza la evolución de las redes sociales, “inicia una tendencia a la baja ya que las marcas se han alejado del objetivo principal con las que nacieron: entretener, informar de manera distinta y conectar con la audiencia; tan solo un 33% de usuarios de redes sociales afirma que la información que dan las empresas a través de ellos les parece creíble y un 43% ya ven sus contenidos bastante o muy publicitarios.

Las redes sociales y sus influencers se convirtieron en vehículos idóneos para determinados mensajes, pero hay que tener cuidado en que la frescura y cercanía con la que nacieron, que era uno de los rasgos principales de su éxito, no vaya poco a poco desapareciendo debido al uso inadecuado de una publicidad demasiado agresiva y comercial para un medio que sólo necesita grandes dosis de naturalidad.”