Recientemente escribí sobre la resistencia que tiene nuestro cerebro para cambiar y como prefiere simplemente repetir. Pero, ¿qué sucede cuando lo que repite es algo que puedes programar en la mente del consumidor?
Identifica oportunidades de simulacro
Recuerdo en mis años de estar en la selección nacional de karate el cuestionarme ¿por qué nos ponían a repetir tantas veces los mismo movimientos? La respuesta es que cuanto más eduques a la mente y al cuerpo a repetir una acción, esa acción simplemente se realizará de la forma más automatizada. En nuestra profesión del marketing si queremos lograr que los consumidores realicen una actividad en particular debemos de buscar la forma de detonar que realicen esa misma actividad o parecida vez tras vez para “automatizar” la aplicación de la acción.
La mente busca atajos
Una vez que podemos identificar una oportunidad de simulacro para estimular la repetición, el cerebro ve la oportunidad vía el neurocircuito construido a partir de la frecuencia una alternativa para ahorrar energía y tiempo, esto permite que fomentemos que el consumidor se brinque el filtro de decidir y simplemente reaccione. Con la creación de esto que se llama “reflejo condicionado” podemos lograr llevar al consumidor a ser reactivo ante nuestro estímulo.
El reflejo Facebook
Si nos encontramos dando “me gusta” a una marca y luego a muchos de sus contenidos, ¿acaso no crees que estás entrenando a la mente a crear un reflejo condicionado? Existe un estudio de una empresa llamada iModerate que confirma que cuando los usuarios siguen a las marcas se incrementa la intención de compra. Sin duda el “me gusta” desde esta perspectiva tiene un peso neurocientífico de crear este tipo de circuitos en la mente. Ahora, como no existe el “no me gusta” también debemos de considerar que cuando generamos contenido que no generan el “me gusta” , inconscientemente refuerzan el “no me gusta”. Seamos más estratégicos a la hora de generar contenidos que sume reflejos condicionados a favor de la marca.
El futuro: jingles en Internet
En Internet aun no llegamos al punto de explotar el facto auditivo en la publicidad. Si te das cuenta los banners son mudos o tienen video, no es común encontrar publicidad que no sea video y que aproveche el factor sonido. Así como los jingles han funcionado para su implementación en los medios tradicionales, existe una gran oportunidad de aprovechar los mismos en Internet. Imagina el futuro a corto plazo en donde para poder seguir navegando en un sitio web el sitio te pida decir en voz alta una frase. ¿Acaso esto no detona una configuración mental trazando un circuito que puede automatizar una decisión? Yo considero que si.
Factor frecuencia
No es posible crear reflejos condicionados sin frecuencia. ¿Cuántos anunciantes vemos que abusan de la frecuencia? Tal vez sea intencional. Personalmente cuestiono mucho si la frecuencia ideal es de 3 impactos por usuario, ahora desde este criterio de análisis puede ser que mientras más frecuencia, simplemente se crea un reflejo condicionado más fuerte.