Por Oscar Rojas
Twitter: @Amenazza

Con mayor frecuencia vemos cómo convergen las relaciones públicas y la publicidad. No es ningún secreto. Mientras las relaciones públicas se centran en eso, en las relaciones, la publicidad se centra en la creatividad y le dejan la puerta abierta a las redes sociales, que combinan lo mejor de los dos mundos.

Históricamente, se han establecido límites entre una y otra disciplina, lo cual podría representar una barrera entre publicistas y publirrelacionistas de cara a la comunicación digital. Sin embargo, en la actualidad esa línea es invisible, las redes sociales han logrado reunir a especialistas de los dos ramos en una misma sala de juntas para armar un programa de comunicación digital que bien requiere de ideas frescas y diferentes, como de una estrategia aterrizada y accionable en términos de contenido y relacionamiento.

Aunado a esto, la mercadotecnia digital provee un nivel de investigación que antes era impensable. Internet se ha convertido en un fantástico observatorio de conductas, que permite recopilar todo tipo de datos que, al convertirlos en insights (o hallazgos) ofrecen valor inigualable a cualquier tipo de negocio. Gracias a la observación y análisis de estos datos podemos entender las verdaderas preferencias de los clientes, sus problemas y a su vez, tratar de ayudar a solucionarlos por medio de experiencias creativas y diferentes a lo que están acostumbrados.

En este sentido, el reto para los profesionales de la comunicación es cada vez mayor en términos de digitalización y no se diga para las agencias. Tanto publicistas como publirrelacionistas deben estar cada vez mejor preparados y entender la nueva dinámica que requiere conocimiento de ambas disciplinas.

Ya no basta con un creativo que tenga ideas brillantes sobre apps o ejecuciones digitales, si no tiene clara la relevancia para el target. Es importante entender de qué manera las personas interactúan entre ellas y las diferentes dinámicas que se dan entre distintas redes sociales, así como el momento ideal en el que deben ser activadas al momento de crear dichas experiencias.

De igual forma, un publirrelacionista debe tener claro cómo funcionan las herramientas por medio de las cuales buscará la mejor forma de orquestar sus programas. Entender lo complejo que puede llegar a ser la programación de un sitio o el desarrollo de una aplicación y asimismo entender el funcionamiento de las plataformas existentes para sacarles el mayor provecho en términos de estrategias de contenido.

Las agencias, por su parte, tienen una gran tarea enfrente, independientemente si son de relaciones públicas o de publicidad: contratar talento calificado, capacitarlos de manera continua ante el surgimiento y auge de nuevas plataformas tecnológicas y sobre todo, invertir de manera apropiada para permitir el desarrollo constante de ideas y nuevas metodologías que les permitan diferenciarse a su competencia.

Que siga la conversación…