Casi cualquier hamburguesa del mundo se ha vuelto un genérico, hasta la llegada de la propuesta de The Handburguer, que radica en la ciudad de Singapur, cuyo diferenciador se manifiesta desde la esencia del producto, que son platillos hechos a mano, y que no responden a procesos “industriales” como los que se usan en las cadenas de todos conocidas y que además se adereza de una impactante propuesta visual.
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La preparación artesanal y la presentación del alimento en The Handburguer es la primera parte de su distanciamiento a la industria de las hamburguesas automatizada, la cual se entrega en platos de madera y acompañados no de las clásicas papas, sino de una ensalada.
Además, esta postura de vanguardia culinaria, se conecta con toda su propuesta de diseño y presentación de la marca, que va desde los envases, envolturas y diferentes propuestas de merchandising, hasta de su identidad de marca en punto de venta, el logotipo y hasta de su portal de internet.
Un ejemplo digno de análisis sobre la nueva cocina internacional y de cómo la corriente en contra del fast food se fortalece mientras que el diseño propicia el acercamiento de los consumidores.