La consistencia entre lo que promueves y haces como marca es uno de los valores más preciados ante los consumidores, pues solo de esta forma se puede extender el impacto que logra tu imagen.
Asia Argento es la cara del movimiento #MeToo, el cual comenzó cuando en pleno Festival de Cannes denunció la violación de la que fue objeto por parte del productor Harvey Weinstein y su deseo por lograr que no solo él, sino el resto de personalidades de la industria, que habían cometido actos de este tipo, enfrentaran las consecuencias de sus abusos.
Desde entonces logró construir un movimiento histórico, en el que mujeres del mercado cinematográfico se unieron en contra de los hombres sobre los que pesaban señalamientos por acoso, la desigualdad salarial que enfrentaban con ellos y una serie de acciones que a la fecha siguen revelando una serie de incidentes sórdidos.
Como parte de estas sorpresas se ha revelado que la propia Argento fue una presunta acosadora, luego de que un joven reveló, según diversos trascendidos de prensa, que fue víctima de acoso de la actriz, por lo que recibió 380 mil dólares, para evitar que denunciara el hecho.
¿Por qué la consistencia es el valor más preciado de tu marca?
Argento logró establecer un movimiento histórico en defensa de los derechos de las mujeres en la industria cinematográfica. Ese es un hecho que ha logrado abonar un enorme impacto a la industria, que ha ayudado a la igualdad entre hombres y mujeres del mercado de medios, sin embargo, la inconsistencia en su marca personal, de comprobarse la acusación, obligaría al movimiento a hacerla a un lado.
Las marcas se construyen bajo la promesa de ser consistentes en la autenticidad, fortaleza y emociones que entregan en cada uno de los niveles en los que se desempeñan, ya sea desde una perspectiva interna, hasta la imagen con la que cuentan ante la industria, pues es la única forma de lograr la confianza de los consumidores.
