Siempre he dicho que la confianza no se gana, sino se pierde, y esto aplica en cualquier tipo de relación.

Claro, a lo largo de la vida existen personas que tienen un abuso de esa confianza, algo que sólo se puede explicar por no tener ética, valores y principios. Cuando sucede esto, es obvio que se daña la relación que se tenga.

No por ello debemos trasladar una experiencia negativa hacia futuras personas, con las que establezcamos cualquier tipo de relación, ya que de hacerlo solo estaríamos cerrando una oportunidad de ser tal cual somos y vincularnos profundamente.

La confianza involucra seguridad en la otra persona que es validada por los comportamientos y las conductas que son visibles, esa coherencia entre lo que se dice y lo que se hace debe ser sostenible no importando las circunstancias que se presenten, con ello se tendrá una honorabilidad en la palabra, la cual es común ver que se pierde por anteponer los intereses primarios sin considerar las afectaciones en los otros.

Una vez que la confianza se demerita o se pierde, no solo se cuartea la seguridad en acciones futuras de la persona, sino también inicia un agotamiento emocional que puede llevar a una crisis de ansiedad, toda vez que no se tiene una seguridad en el accionar o fe en aquel que ha mostrado una falta.

Un buen ejercicio para no tener un agotamiento emocional y que no se vea quebrado ese voto incalculable, es dialogar alrededor del significado que ambas personas o grupos tienen del concepto, al igual que una charla respecto a sus principios, valores y ética para estar viendo el mismo norte y no generar falsas expectativas.

Un ejemplo de ello es la puntualidad, quizás para el manager sea un valor sumamente importante, incluso mayor que otros valores, y resulta que tiene un colaborador que concibe la puntualidad no como un acto trascendental; si el manager delega una reunión al colaborador para iniciar en tiempo y forma, en primero, generará una expectativa tan alta basado en la confianza, y resulta que el colaborador inicia la reunión con retraso toda vez que para él importa más el contenido que iniciar a la hora exacta, esta conducta que de entrada es visible, generará un desacuerdo y un mal estar emocional por parte del manager.

Por ello considero importante para el manejo de las emociones, conocer los valores, principios y aquello que la otra persona considera importante, trascendente, relevante, que no necesariamente deben de empatar con los nuestros.

Tengamos en cuenta que para un dialogo constructivo es ser asertivo durante la plática, y siempre consideremos que la persona que tenemos en frente tiene emociones igual que nosotros, en caso de que la confianza se haya quebrado, debemos de hacer uso del perdón (que no es lo mismo que olvidar) y practicar la coherencia ejecutando aquello que decimos, pero antes de dar marcha a una restauración de confianza, tengamos en cuenta que por ningún motivo debemos aceptar una ofensa a nuestra integridad, de lo contrario no podremos valorar nunca a alguien si no tenemos valor por uno mismo.