Hace unos meses, tuve la oportunidad de asistir a un congreso de directores de agencias de publicidad en Río de Janeiro, ya que somos parte de Constellation Network, una red global de agencias. Dentro del evento me tocó dar una charla y escuchar muchas más. Una que me gustó mucho pero que sobre todo me dejó ganas de viajar y aprender fue la que nos compartió Lucas Daibert de Binder.
Lucas nos habló de innovación y nos mostró una gráfica muy sencilla, parecida a las que les dejo aquí, donde nos dejaba claro que, para seguir creciendo como profesionales y continuar haciendo estrategias relevantes y actuales, tenemos que darnos cuenta de todo lo que nos falta saber.
En una época de cambios acelerados, no existe un bien más valioso que el conocimiento. En cada parte del globo y en cada conversación hay algo que aprender: a través de estas experiencias, preguntas y constantes anotaciones, encontramos las claves para navegar esta era digital. Pero antes, necesitamos ser conscientes de cuatro aspectos fundamentales del conocimiento; te explico cada uno a continuación.
- Lo que sabemos (poco) Primero, es importante identificar lo que sabemos. Ser conscientes de nuestros conocimientos actuales nos brinda una base sobre la cual podemos construir. Es nuestro punto de partida, un mapa mental desde donde se despliegan todas nuestras acciones. Además, el conocimiento que poseemos nos proporciona las herramientas para enfrentar desafíos, resolver problemas y entender el mundo que nos rodea. Pero no nos detengamos ahí.
- Lo que no sabemos que sabemos (un poco más) Puede parecer confuso a primera vista, pero se refiere a conocimientos implícitos o tácitos, habilidades o saberes que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida y que se manifiestan cuando más los necesitamos. Reconocer este conocimiento oculto es crucial para crecer personal y profesionalmente. En la industria le llamamos “insights”; a veces son difíciles de encontrar, pero identificarlos provee una gran fuerza a las ideas, estrategias y ejecuciones.
- Lo que sabemos que no sabemos (mucho) El tercer punto es un claro recordatorio de nuestra ignorancia. Es lo que nos motiva a preguntar, explorar y aprender. Es la brecha que se abre entre nosotros y el entendimiento, invitándonos a cruzarla. Reconocer y aceptar nuestra ignorancia es el primer paso hacia el aprendizaje.
- Lo que no sabemos que no sabemos (una INMENSIDAD) Finalmente, debemos afrontar lo más temido pero también lo más emocionante: lo que no sabemos que no sabemos. Aquí reside el verdadero misterio, son las preguntas que aún no hemos formulado, las ideas que aún no hemos concebido. Es el territorio desconocido de nuestra ignorancia, y la verdadera fuente de toda exploración y descubrimiento.
Así, no basta con acumular datos: necesitamos entender cómo funciona nuestro conocimiento, cómo lo adquirimos y cómo lo usamos. Viajar, preguntar, tomar nota y aprender son, sin duda, herramientas esenciales para esta tarea. Cada viaje nos da una nueva perspectiva, cada pregunta abre una nueva puerta, cada nota captura un nuevo pensamiento y cada aprendizaje nos lleva un paso más allá.
Después de todo, adaptarnos y aprender no es sólo una estrategia para sobrevivir en este mundo en constante cambio, sino una forma de vivir plenamente. Necesitamos explorar estas cuatro áreas; sólo entonces estaremos preparados para navegar el constante flujo de cambios y desafíos que nos presenta la realidad.
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Arturo Ortiz, CEO Birth Group