Son códigos generacionales
Vi por primera vez a Mariana Rodríguez, la influencer y esposa del gobernador de Nuevo León, Samuel García, dar a conocer su derrota, con su rímel en la mano, como candidata a la alcaldía de Monterrey por su partido, Movimiento Ciudadano.
Lo hizo muy quitada de la pena, en un video formato selfie, mientras se maquillaba con su rímel y daba la marca de con qué y cómo se maquillaba: ¡Ah! Por cierto, les cuento que no nos favorecieron los votos en Monterrey y les agradezco a los que votaron por mi. Así más o menos recuerdo lo que dijo. Mientras sonreía a la cámara del teléfono y se seguía maquillando como si fuese un día normal.
Me llamó mucho la atención ¿Por qué hacerlo así? ¿En ese código de comunicación? ¿Y de esa forma? Mariana Rodríguez es una Millennial vieja de casi 28 años de edad. Ya no es tan joven. Con este tipo de comunicado la funaron, la lapidaron por su frivolidad y banalidad.
Yo creo que no la entendieron, el por qué lo hizo y cómo lo hizo con los códigos de comunicación que lo comunicó.
Llamé a media noche a mi amigo Ricardo Cucamonga, creador del personaje de Cindy La Regia, para cobrarle unas caguamas que me debía y de paso le comenté mi inquietud sobre lo que vi en las redes de Mariana y la reacción de la opinión pública. Lo que me dijo me dejó con la boca abierta.
Las nuevas generaciones de las redes sociales, transmiten en vivo por TikTok su filosofía de vida mientras se visten o se maquillan frente al espejo físico o del teléfono. ¿Por qué usan este código? Muy fácil y difícil. Nos quieren decir a las generaciones más viejas, mientras se maquillan que ellos sí están realmente jóvenes.
No necesitan de los filtros digitales porque tienen el mejor filtro: La juventud que es la belleza máxima. No cabe duda que Ricardo Cucamonga es un gran observador de la vida digital del siglo 21.
Volvamos con Mariana Rodríguez ¿qué pasa con ella? Es evidente que es una gran lectora de las redes y que conoce muy bien los códigos de comunicación de los centennials.
Quizá lo que no sabe hacer bien es que confunde los foros en dónde comunicar sus mensajes con los códigos adecuados.
A lo que me refiero es que no puede hablarle a la clase política rancia de Nuevo León y Movimiento Ciudadano como Enrique Alfar o en códigos digitales de centennials porque no le van a entender en sus mensajes, ni en la forma ni en el fondo. La van a lapidar por frívola y banal.
Quizá Mariana está en un limbo generacional porque no puede hablarle a sus audiencias como política convencional porque no les llega ni las atrapa. Ni atrapa a unos, ni a los otros. Lo que quiero que queda claro, es que ese tipo de códigos de rímel no son tan inofensivos como perecen.
Es indispensable leerlos y entenderlos para saber qué pasa en los nuevos códigos posmodernos. Para comunicarnos mejor con las nuevas generaciones. Con los hijos, desde los padres hasta las marcas y empresas.
Por eso, ahora que vean a los influencers maquillándose frente al espejo de la selfie, dejen la imagen y paren la oreja porque seguro están diciendo algo interesante para ellos o su entorno, mientras se maquillan con filtros analógicos.