Hay una necesidad urgente de convertir vistas digitales en las audiencias de televisiĆ³n y viceversa, por lo demĆ”s, marcas seguirĆ”n siendo engaƱados por las delgadas estimaciones de visualizaciĆ³n de vĆdeo digital.
En los Ćŗltimos meses ha sido difĆcil evitar la guerra digital frente a la televisiĆ³n. A principios de mayo, la CEO de YouTube, Susan Wojcicki, dijo a los anunciantes que YouTube estaba llegando a “mĆ”s de 18 a 49 aƱos de edad durante el prime time de los 10 programas de televisiĆ³n de Estados Unidos combinados”. Un dĆa mĆ”s tarde, Joan Gillman, COO de Time Warner, contestĆ³ el argumento con los resultados de un estudio que muestra que si YouTube fuera un programa de televisiĆ³n, estarĆa posicionado en 354, en un ranking midiendo la cuota de pantalla de la naciĆ³n.
Entonces, ĀæquiĆ©n estĆ” diciendo la verdad? Fundamentalmente, todo depende de su definiciĆ³n de lo que constituye una audiencia. Si nos fijamos solamente en alcance e ignoramos el tiempo pasado el enfoque de “vistas digitales”, donde tres segundos de un video parcial, sin sonido, como Facebook o Instagram, hace sentido.
Sin embargo, si usted bucea mĆ”s profundamente al medir una audiencia en un minuto a minuto y luego se publica la media de la duraciĆ³n del vĆdeo, los resultados cambian drĆ”sticamente. El descenso de Gillman de YouTube para la posiciĆ³n 354 es exacta si se mide audiencias minuto-a-minuto en lugar de cuĆ”ntos miraron momentĆ”neamente a un video digital en cualquier instante.
Hasta hace poco estas distinciones en realidad no importaban. El vĆdeo digital utiliza su sistema y los canales de televisiĆ³n utilizan los suyos. Pero a medida que las ambiciones de las plataformas de medios sociales digitales han crecido y su apetito por la publicidad de la marca se ha agrandado, la batalla entre la televisiĆ³n y el video digital se ha intensificado y, como es habitual en la comercializaciĆ³n, la lucha es por los nĆŗmeros.
Por ejemplo, Yahoo afirmĆ³ que su transmisiĆ³n en vivo de un partido de fĆŗtbol americano atrajo a 15 millones de televidentes. Eso es un impresionante debut dado el promedio de juego de TV atrae a 18 millones generalmente. Pero esta no es una comparaciĆ³n justa.
Mientras que 15 millones de personas diferentes, efectivamente, en algĆŗn momento, brevemente encontraron la cobertura, el promedio de la audiencia, minuto-a-minuto, para la transmisiĆ³n en vivo fue de sĆ³lo 1,6 millones de espectadores – menos de un dĆ©cimo de la tĆpica audiencia de televisiĆ³n.
Era una historia similar cuando ESPN afirmĆ³ que mĆ”s de 115 millones de personas vieron la Copa del Mundo de 2014 de Brasil en los dispositivos digitales frente a un mĆsero 4,6 millones en la televisiĆ³n. Pero cuando se mantiene ese nĆŗmero hasta el nivel de una audiencia promedio por minuto, esos muchos millones se convierten en un pĆŗblico digital de 300 mil o alrededor del siete por ciento de los espectadores en la televisiĆ³n.
Lo que si necesitamos con urgencia es una piedra Rosetta para los medios que nos ayuden a traducir vistas digitales en las audiencias de televisiĆ³n y viceversa. El enfoque de āMediciĆ³n de audiencia totalā propuesto por Steve Hasker, el presidente mundial de Nielsen, fue la mejor respuesta hasta ahora. La herramienta, recientemente puesta en marcha en Estados Unidos, permite a los anunciantes ver un desglose completo de las audiencias de vĆdeo a travĆ©s de plataformas de observaciĆ³n comparables mediante un Ćŗnico sistema de mediciĆ³n.
No hay noticias todavĆa sobre lo que los resultados nos dicen pero esta es una audiencia donde vistas digitales realmente ocurrieron.