El bolsillo de los mexicanos quedará severamente afectado una vez que la emergencia sanitaria y algunos retailers como Bodega Aurrera y más recientemente La Comer han emprendido acciones en apoyo a esta situación.
Y es que los consumidores en el país se enfrentarán a un entorno lleno de desafíos, en donde el desempleo, la pobreza y los precios elevados podría ser la constante.
El contexto del consumidor mexicano
En principio es justo reconocer que al principio del problema de salud en México, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) estimó que el costo de la canasta de alimentos durante el periodo de aislamiento en los hogares mexicanos alcanzará los 3 mil 200 pesos para una familia de 5 personas a la semana, mientras que el gasto mensual ascenderá a 16 mil pesos en promedio.
A todo esto se suma la tendencia de desempleo que ahora se vive en el país. A decir de datos entregados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tan sólo en el mes de abril se perdieron 555 mil 247 empleos formales, la mayor cifra desde que hay registros disponibles.
A esta cifra se suman los 198 mil 33 empleos que se habrían dado de baja entre el 13 y el 31 de marzo, con lo que el total de puestos laborales perdidos en las últimas tres quincenas suma 753 mil 280.
Bajo este escenario, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias calcula que en México podrían sumarse 21 millones de personas en condiciones de pobreza. Cabe mencionar que en la actualidad, se estima que 500 millones de personas a nivel mundial se encuentran en riesgo de caer en la pobreza, de acuerdo con Oxfam.
El precio de los productos
El contexto anterior toma una lectura totalmente distinta cuando se considera que, ante el freno de las cadenas de producción y distribución de muchas categorías, el precio de diversos productos se han disparado.
De hecho, en días recientes, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) indicó la semana pasada que habría comenzado 23 procedimientos administrativos en contra de tiendas de autoservicios y supermercados en el país así como hacia algunos productores y distribuidores por la alza de precios injustificada en diversos productos.
El escenario ha dado a las marcas una nueva responsabilidad. El consumidor exige que las empresas sean una pieza clave para salir de esta crisis.
Un análisis entregado por Edelman, el 90 por ciento de los consumidores espera que las marcas trabajen para proteger el bienestar y la seguridad económica de sus empleados y proveedores hasta que termine la pandemia, mientras que el 89 por ciento esperan que las empresas adapten su producción para ayudar a los consumidores a afrontar los desafíos actuales.
Canastas básicas a precio
En este sentido, muchas empresas han dado a conocer algunas iniciativas que buscan cubrir esta nueva demanda.
En semanas pasadas, Bodega Aurrera dio a conocer su estrategia “Los Esenciales” que consiste en ofrecer a un mismo precio más de 100 productos durante un periodo de 60 días.
En esta misma linea, ahora La Comer pone a disposición de su clientela la venta de despensas al precio de costo, o sea sin margen de ganancia.
DE esta manera, según como indica La Comer, cada despensa se venderá a un costo de 149.90 pesos, que los clientes pagarán por 4.6 kilogramos de diversos productos no perecederos como aceite, arroz, frijol, atún, harina y condimentos, entre otros.
Para evitar compras al mayoreo, y asegurar que el beneficio del precio al costo llegue a quienes los necesiten, La Comer ha indicado que los clientes solo podrán comprar 3 despensas por persona en cada visita.
La marca dio a conocer esta iniciativa mediante una campaña de radio y redes sociales bajo el concepto “Juntos la ayuda llega”, en la que el establecimiento propone a sus clientes formar parte de sus cadenas de ayuda para enfrentar los nuevos retos económicos.