A pesar de ello, veo un aumento en solicitudes de propuestas (RFP’s) con requerimientos igual o más amplios que antes, y un nivel de escrutinio y compliance en cuanto a obtener los mejores beneficios al mejor costo posible por parte de grandes empresas, mucho más exigentes que en el pasado.
En este contexto, han sucedido varios cambios en el mundo de las agencias de comunicación estratégica, particularmente en dos aspectos:
- En estos últimos años, hubo diversas transacciones de compra y venta (M&A’s) de agencias que reconfiguraron, en algunos casos, mercados internacionales y el de México.
- La gran renuncia, que desde 2019 venía creciendo como tendencia y que se agudizó en pandemia catalizada por la crisis de salud mental, ha dado lugar a nuevos equipos y a la creación de agencias de consultoría independientes.
Estos dos factores que destaco no serán únicos de su época ni los primeros ni los últimos en suceder. Todo en nuestro mundo tiende a ser cíclico. Sin embargo, aprovecho este contexto para analizar algunos puntos que me resultan muy relevantes:
- Las operaciones de M&A han dado lugar a agencias más grandes y, en algunos casos, monopólicas en distintos mercados.
- La diferenciación y calidad de los servicios tiende a disminuir. El cliente es el perdedor.
- Para los profesionales involucrados en estas situaciones, al estilo Silicon Valley, se presentan cuatro escenarios:
- Sueldos que crecen entre 5 y 30% en promedio de forma inmediata.
- Más trabajo, que no compensa el aumento salarial, para aquellos que fueron afortunados.
- Nuevos procesos que dificultarán su desarrollo.
- Mayor competencia interna.
- Los clientes pueden dejar de serlo de la noche a la mañana si surgen conflictos de intereses entre las agencias fusionadas.
- El servicio se ve comprometido por despidos y nuevas formas de trabajo.
- La flexibilidad de la agencia hacia el cliente desaparece.
- Cada nuevo pedido tendrá un costo, y no necesariamente se entregará de manera correcta.
- Ya no habrá quien financie compras de productos o servicios requeridos por los clientes para salvar situaciones de emergencia.
Suena apocalíptico, ¿no?
Recordemos el viejo adagio que dice: “Cada crisis es una oportunidad”. Todo depende del lugar de la historia que nos toque. Hoy es un privilegio ser una agencia independiente en el mercado local con alcance internacional. Si, además, uno es lo suficientemente hábil para tener un equipo de trabajo sólido y finanzas sanas que permitan ofrecer servicios integrales a las diversas empresas que no dejan de invertir, pero que son más estrictas con sus retornos de inversión, la oportunidad existe.
Normalmente, no elegimos las circunstancias en las que se presentan las oportunidades. El punto de inflexión es estar preparados para aprovecharlas cuando lleguen. El mundo hoy pertenece a los que se puedan adaptar y generen resultados.
Por Rogelio Blanco, Presidente y Socio en ágora México