Dos palabras que sumadas a innovación dan como resultado en temas de mercadotencia una “magia” seductora para ganar la batalla contra el o los competidores.
Si bien la estrategia es encontrar la mejor ruta para librar la batalla e incluso prevenir las alternativas u otros caminos en caso de que se presente un obstáculo, la creatividad son aquellos pensamientos e ideas originales que algunas ocasiones pueden ser muy disruptivas.
¿Qué pasaría si los tomadores de decisiones de la compañía establecen como mandato que siempre en el plan de mercadotecnia se presente mínimo una idea creativa e innovadora?, y no me refiero que lo presente el equipo de marketing necesariamente.
Hoy en día cuesta trabajo pensar en marketing asimétrico y que los responsables de la marca no son los mercadólogos sino todos los colaboradores de la organización, toda vez que estaríamos hablando de quitar protagonismo a los llamados “marketers”, quienes algunas veces no tienen la humildad de darse cuenta que el éxito y valor de una marca es por la suma de todos los colaboradores de la organización, y que no hay verdad absoluta debido a que el conocimiento es ilimitado, por ende todos estamos en el continuo ciclo del aprendizaje.
[g1_quote author_name=”Abraham García de León” author_image=”https://www.merca20.com/wp-content/uploads/2016/06/abraham_garcia_de_leon_bayer.jpg” author_description=”Responsable de multichannel y digital marketing de Bayer en México” author_description_format=”%link%” align=”left” size=”m” style=”simple” template=”01″]
Cada estrategia de mercadotecnia desde mi experiencia debe orquestar de forma artística los objetivos, procesos, política tanto interna como externa, el diseño y los contenidos.
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Definir las acciones clave y asignar las tareas basadas en el talento y no en el conocimiento permite orquestar a las áreas e incentiva que las personas accionen y ejecuten de forma natural.
Cuando la persona opera y acciona sus talentos en el día a día, deja de trabajar por mandato y se compromete psicológicamente por la pasión que le imprime.
Pensemos un poco, si tuviésemos que entregar un plan de ventas para lanzar un nuevo producto al mercado ¿a quien le daríamos la encomienda de realizar famoso “marketing plan”?, ¿a un mercadólogo ya conocido o a un arquitecto?
Creo que muchos optarían por la primera opción, y si, quizás sea la lógica considerando que el mercadólogo hace de manera histórica ese trabajo, pero, ¿le hemos preguntado si realmente le apasiona hacerlo?, o quizás lo hace porque eso fue lo que aprendió y no lo que le hubiera gustado ser.
Y qué pasaría si el arquitecto que nunca ha hecho un marketing plan tuviese el deseo reprimido de ser el mejor vendedor – publicista pero por la educación y formación le dijeron “tú tienes que ser arquitecto”.
Sin duda el primero dará y cumplirá, pero será como haber cocinado sin sazón, sin “alma”, y si le pedimos al segundo que lo haga, seguramente cometerá algunos “fallos” e incluso exprese “pero es que yo nunca lo he hecho”, pero con coaching podrá entregarlo con pasión y adquirirá un aprendizaje muy rápido debido a que estamos habilitando su talento natural que estaba reprimido.
Nos estaríamos enfrentando no solo en tomar una fuerte decisión, si contemplamos desde la zona de confort seguramente optaríamos por lo fácil por lo “ya conocido”, pero, si empezamos a ser disruptivos incluso en esas decisiones, podemos encontrarnos con algo extraordinario.
Este ejemplo lo cito precisamente porque es común ver en las organizaciones que los planes de marketing se hacen desde un escritorio, o peor aún se le encomienda en una llamada telefónica a una agencia.
Si queremos hacer algo extraordinario primero debemos centrarnos en las personas y conocer sus talentos, al hacerlo nos daremos cuenta que estamos orquestando para establecer y habilitar los caminos con nuevas ideas, y no solo eso, si los colabores hacen lo que les gusta hacer, la pasión traerá contratos psicológicos y disciplina en los tácticos de la estrategia.
Consideró que si tenemos claro cuál es el objetivo del negocio e identificamos los talentos de las personas (no de lo que es responsable) y los integramos a la elaboración de las estrategias contribuiremos al ser disruptivos y asimétricos fomentando con ello la creatividad.
¿Sabes cuáles son tus talentos de vida y cuáles son los de tu equipo de trabajo?