• Ya han empezado a circular videos sobre el momento exacto del accidente que afectó a la marca

• Entre los rumores que rodean al incidente, están las identidades de los dos occisos

• Mientras que algunos usuarios aseguran que se trata de jóvenes, otros señalan que fue un hombre y un niño

Hace unas horas, se reportó un mortal accidente en la Feria de Chapultepec. De acuerdo con los primeros informes del incidente, dos personas habrían muerto en el lugar. Asimismo, otras cinco habrían resultado heridas. Rumores posteriores indicaban que la cifra de occisos de hecho podría haber sido de tres. A lo largo de la tarde, la marca se ha mostrado notablemente silenciosa al respecto del incidente. Tanto, que ya las autoridades se le han vuelto a adelantar.

De acuerdo con varios medios nacionales, el gobierno de la Ciudad de México (CDMX) ha emitido un comunicado con respecto al accidente. En él, se reafirma que se han tomado las medidas necesarias para atender a los lesionados. Se dice que al menos dos personas han sido trasladadas al Hospital Mocel para su cuidado inmediato. Asimismo, se anunció que se obligará a la marca a suspender operaciones hasta que se revise la integridad del parque.

Ante este hecho se determinó desalojar el parque recreativo y se estableció la suspensión de las actividades de todo el lugar hasta que se realicen las investigaciones correspondientes, se verifique la seguridad de las instalaciones y se acredite la vigencia del programa de Protección Civil por parte de la Operadora de Desarrollo Humano Chapultepec. […] El Gobierno de la CDMX lamenta lo sucedido y se compromete a brindar todo el apoyo necesario a las familias de las personas que perdieron la vida y de las que resultaron heridas. Además reitera su compromiso para que las investigaciones se conduzcan con celeridad y transparencia.

Una crisis de marca y cómo responder una catástrofe

No es la primera vez que una compañía privada se ve en medio de una enorme crisis de marca por la muerte de algún consumidor o usuario. Fisher Price, hace tiempo, se vio forzado a retirar un modelo de cuna ligado a eventos de asfixia en bebés. Johnson&Johnson, por la crisis de opioides en Estados Unidos (EEUU), también fue comparado a un líder narcotraficante por las presuntas prácticas de la marca. Tampoco se puede pasar el caso de Boeing y el 737 Max.

Si bien la catástrofe que enfrenta la Feria de Chapultepec, y con la que tuvieron que lidiar estas otras compañías en su momento, es mucho más grave, es solo un crisis de marca. La forma de lidiar con este tipo de acontecimientos está bien estudiado por múltiples agentes de la industria. De acuerdo con Persona Design, es crucial hacer un análisis de los daños. Después, se debe determinar cuánto ha sufrido la compañía y reparar los efectos a corto y largo plazo.

Por su parte, G2 señala que es fundamental que todos los miembros del equipo en la empresa tengan bien en claro el objetivo y sus asignaciones. De esta forma, podrán tener una respuesta más adecuada ante estos acontecimientos negativos. En este sentido, Forbes afirma que es crucial medir cómo se sienten la audiencia. Solo así se podrán calmar los ánimos. Al aplicar estos pasos, cree Mention, incluso se puede generar una imagen más positiva que al inicio.

El error de la Feria de Chapultepec

A pesar que es un tema bien estudiado, la marca ha dejado que la situación se le escape de las manos. No solo no ha podido hablar claramente con la audiencia. Además está dejando que el coraje de la gente en redes sociales, así como las autoridades capitalinas, manejen todo el discurso. Es obvio que, en una cuestión tan grave, ninguna compañía podría tener control de la reacción del público. Pero eso tampoco es ninguna excusa para solo soltar las riendas.

¿Cuándo piensa la Feria de Chapultepec mostrar su rostro? Es apremiante, porque si tarda demasiado en responder, ya una imagen estará formada en la audiencia. Se podría pensar que la marca está trabajando en una respuesta satisfactoria para todo el mundo. Aunque esta meta es loable, la calidad no es lo más crucial en estas cuestiones. Lo que pesa más es la rapidez con la que se monte una reacción. Si es que en algún momento llega a dignarse a darla.