La ganadora de Eurovisión 2014, la austríaca Conchita Wurst, reveló que tiene VIH. La cantante anunció en Instagram que es seropositiva desde hace muchos años y que no lo había revelado hasta ahora porque era “irrelevante para el público”.
Wurst dice que lo dio a conocer ahora porque su ex pareja la estaba amenazando con hacerlo público. “No le daré a nadie el derecho de asustarme”, dijo y agregó que es dar un paso adelante en su vida y que se liberó “de la espada de Damocles”.
“Desde que recibí el diagnóstico estoy bajo tratamiento médico, de esto hace muchos años, de modo que no puedo transmitir el virus”, explicó la “cantante barbuda” que ganó el Festival de Eurovisión en 2014 representando a Austria.
Según explicó en Instagram, Wurst espera que su confesión pública ayude a que los portadores del virus no sean estigmatizados. “Estoy bien. Soy más fuerte, más motivada y liberada que nunca. ¡Gracias por su apoyo!”, escribió.
Luego de obtener el Festival de Eurovisión, Conchita Wurst se convirtió en un verdadero icono del colectivo homosexual. Su aspecto andrógino, que combina la estética femenina con la masculina, caló entre la comunidad gay.
Con tacones altos, vestido ajustado y su barba cuidadosamente recortada, consiguió su victoria en 2014 cantando “Rise like a Phoenix” frente a una audiencia global de 180 millones de personas en 145 países. Ahora es un mito de las redes sociales e internet.
Conchita, gracias a su especto extravagante, es un interesante atractivo para las marcas. Por ejemplo, el diseñador de modas Jean Paul Gaultier la invitó a participar como modelo en un desfile en el que presentó varias prendas de lujo.