Para el equipo de multimedia de Marriott International se han terminado los días en los que ofrecían el “típico comercial” a sus clientes, ya que han anunciado la intención de crear y distribuir contenidos más completos y producidos por ellos mismos.
“No se puede hacer un comercial más. Tienes que crear algo de valor”, señaló David Beebe, jefe de estudio de Marriott International, en una entrevista con el sitio Adweek.
El equipo de contenidos fue creado en 2014 con el objetivo de crear series digitales, programas de televisión o cortometrajes por temporadas, para que no rompa con la tendencia que tiene el entretenimiento en la actualidad.
Marriot se asoció con Bill Rancic, el ganador de la primera temporada del reality The Apprentice para producir material exclusivo con los estudios del grupo hotelero. La serie, anunciada a principios de este año, tiene el objetivo de mostrar la experiencia que ofrecen las 30 marcas de los hoteles JW Marriott.
La estrategia
Los materiales producidos por el estudio están disponibles en toda la red de distribución de Marriott: desde la plataforma digital en los hoteles de la cadena, YouTube y el sitio web Marriott.
El primer episodio se desarrolla en Venecia, en donde Bill Rancic descubre nuevas posibilidades para futuras recetas e implementarlas en sus hoteles de Estados Unidos.
Si bien, las series de contenido de las marcas de Marriott International cuentan con lugares de lujo y de negocios, algo que buscan lograr es que los clientes se animen a las personas a explorar los destinos más allá de un cuarto de hotel.
Marriott International es dueño de las franquicias Sheraton, W Hotels, St. Regis, Le Meridien y los Ritz-Carlton, sólo por mencionar algunos.
Las marcas alrededor del mundo quieren ofrecer experiencias a sus clientes más allá que el anuncio tradicional que se puede ver en televisión o en internet. La televisión limitó por mucho tiempo los contenidos, ya que el precio que ofrecen por minutos o segundos en horarios específicos resultan poco sustentables.
La llegada de las plataformas digitales han permitido la producción de contenidos más extensos, que si bien tienen un contenido más extenso, no tienen la limitación del precio por el tiempo al aire, algo que les permite invertir más en la calidad del producto.