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Renault tiene una alianza con la automotriz local Dongfeng Motor Corp, una compañía de propiedad estatal
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Sin embargo, desde antes de la pandemia, ambas aliadas ya tenían problemas de ventas dentro de China
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A largo plazo, se espera que el desarrollo de autos eléctricos en la región se haga junto a Nissan y eGT New Energy Automotive
Una de la industrias que ha resultado peor golpeada por la crisis económica y sanitaria es la automotriz. No solo muchas de las actividades globales de producción se han detenido, con lo que la oferta está limitada severamente. Además como la gente no puede salir de sus casas, la demanda de nuevos vehículos personales prácticamente está en ceros en todo el mundo. Ante esta situación, varias marcas del sector ya empezaron a tomar decisiones estratégicas fuertes.
En este grupo está la francesa Renault. De acuerdo con AP, la automotriz acaba de anunciar que planea salir del mayor mercado de automotores en todo el mundo: China. En concreto, la marca aseguró que detendrá su “negocio principal” en el país asiático. Sin embargo, seguirá teniendo presencia en esta nación en el largo plazo, a través de algunos modelos eléctricos y comerciales. No se sabe exactamente cuándo comenzará o se concretará esta transición.
Hay varias razones por las que la automotriz ha decidido abandonar China. Para empezar, una de las mayores plantas de manufactura de Renault está en Wuhan, el centro de la pandemia. Por otro lado, sus ventas durante el primer trimestre del año fiscal cayeron en 45.4 por ciento en la nación asiática. A eso se debe sumar que la compañía francesa está buscando miles de millones de dólares (mdd) en préstamos para sobrevivir al reto económico de la COVID-19.
Una retirada estratégica para la automotriz
Junto con Renault, otras empresas muestran signos de luchar por su viabilidad económica desde hace meses. Por ejemplo, hace unas horas que Ford dijo que esperaba pérdidas por 600 mdd en su primer trimestre. Algunas compañías, ante la crisis sanitaria, dejaron de crear autos y han reconvertido sus fábricas al más cuantioso negocio de los insumos médicos. Más de una automotriz, entre ellas Tesla, también tuvieron que recortar el sueldo a sus empleados.
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Pero hay que volver al caso de la automotriz francesa. La decisión de salir de China es muy prudente, en especial considerando las condiciones del mercado asiático. Es cierto que este es el país donde más se compran automóviles. Sin embargo, junto con Renault, hay muchas otras compañías locales, regionales y globales tratando de quedarse con una parte del pastel. En una crisis económica, la inversión que requiere un entorno tan competitivo no vale la pena.
A la vez, también tiene que ver con reconocer que el futuro del mercado automotriz no está necesariamente en los vehículos personales de motor convencional. Por ello Renault decidió mantenerse en China solo mediante autos comerciales y eléctricos. Las unidades comerciales tal vez no requieren un gran gasto de marketing, y su retorno de inversión es muy alto. Y todos el sector sabe que los transportes “limpios” son la apuesta más fuerte en el mediano plazo.
El futuro de la industria
Se espera que el sector automotriz termine el 2020 habiéndose transformado de una forma significativa. No solo por la pandemia, que ciertamente obligará a muchas marcas a cambiar la forma en la que operan su negocio. También porque, con pretexto de la crisis sanitaria, están empezando a plantearse el fortalecer otros modelos de negocio fuera de su pilar principal. Y para unas pocas empresas, representa un momento para decidir entre innovar y se prudentes.
Y es que desde antes de que se presentaran las extraordinarias condiciones sanitarias con las que están lidiando los agentes de la industria, se esperaban grandes cambios en automotriz. De acuerdo con Deloitte, el interés en conducción autónoma y vehículos compartidos está al alza, aunque con ciertas restricciones. Por su parte, CounterPoint Research ya se esperaba un año tibio, en ventas. Y Automotive News esperaba un crecimiento con el Internet de las Cosas.