Las tecnologías digitales están cambiando el panorama global para siempre. Las personas, las organizaciones que las agrupan, las instituciones que las ayudan, las empresas que las emplean y los gobiernos que las regulan, están cambiando su forma de trabajo para encontrar como se benefician por completo del llamado infoestado global. Sin embargo, no todos encuentran cabida aún en este mundo de bits y bytes que promete tantos beneficios.
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Tecnosport
Uno de cada tres mexicanos usa la Internet
“¿A qué le tiras cuando twitteas mexicano?” *
De acuerdo a las reciente cifras de la Asociación Mexicana de Internet – AMIPCI, www.amipci.org, uno de cada tres mexicanos están conectados a la Internet. Si bien la conectividad no es mala, ¿Cuantos de este estado digital mexicano son capaces de llevar una vida digital? ¿Cuantos han dejado el lápiz y papel por un procesador de palabras? … Más aún ¿cuantos viven aún en el estado de pobreza, sin mayor esperanza de aprender a leer y escribir?
La respuesta tal vez este en la brecha digital. Curiosamente, los países europeos con mayor tele densidad – es decir, el número de líneas telefónicas por habitantes, posean brechas de la misma magnitud. Por ejemplo Alemania, con su poderío económico, se percibe altamente conectado, pero es difícil ver personas navegando en un smartphone o participando en vivas discusiones en Facebook. Si acaso,participan en largas listas de correo con argumentos y diálogos dignos de cualquier intelectual alemán. El número de hotspots en Berlín es bajo en comparación con la Ciudad de México. La idea de un café Internet, no va del todo con vida teutona.
Sin embargo, los recursos digitales existentes en Alemania son muy vastos. Prácticamente, el país esta cubierto por un manto virtual de comunicación digital y las apps crecen aceleradamente. La embajada mexicana en Berlín ofrece información a través de Twitter y de Facebook. Otras embajadas ofrecen servicios similares. Pese a todo, el número de seguidores es bajo. Tal vez, el anonimato y la privacidad están conformando una nueva brecha digital, la de los relegados por decisión propia. Aquellos que pudiendo estar del lado digital, prefieren la desconexión antes de perder los espacios de privacidad.
Hasta hace unos años, la privacidad era cuestión de una puerta. Hoy se requiere más que eso. ¡No te desconectes !