Toshiba retirará su publicidad del edificio que domina Times Square en Nueva York, obligada por su situación financiera.
La empresa además finalizará su patrocinio de dos programas de televisión en Japón, uno de dibujos animados y una telenovela que se transmite los domingos en la noche, ambos de gran popularidad y tradición, según destacó en un comunicado.
La firma tecnológica busca mejorar su situación financiera tras fuertes pérdidas de su rama estadounidense, la cual se encuentra actualmente en bancarrota.
El retiro del logotipo de la corporación japonesa de Times Square ocurrirá en el primer semestre de 2018, mientras que el fin de su patrocinio de los programas de televisión está fechada para fines de marzo próximo.
La empresa concluirá una década de presencia en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad de Nueva York a través de una gran pantalla de diodos con su logotipo, la cual era un símbolo de su rápida expansión mundial.
La pantalla, desde diciembre de 2007, ha sido usada para la cuenta regresiva durante la llegada del Año Nuevo.
Derivado de la fuerte crisis económica, Toshiba hizo oficial la semana pasada la venta del 95 por ciento de su negocio de televisores a la firma china Hisense Electric. Dentro de la transacción están incluidas las funciones de producción, ventas e investigación y desarrollo, así como la licencia para utilizar la marca en un periodo de 40 años en mercados de Europa y el sureste asiático.
Por su parte, la tecnológica china destacó que el 95 por ciento de las acciones de Toshiba se obtuvieron por cerca de 115 millones de dólares, mientras que Toshiba conservará un cinco por ciento de participación en acciones.
De acuerdo con el CEO de Hisense Group, Liu Hongxin, “Hisense optimizará los recursos de televisiones en I+D, la cadena de suministro o canales de ventas globales, proporcionando servicios competitivos de operación de contenido para televisores inteligentes para el mercado global, con el objetivo de lograr un rápido crecimiento en el mercado japonés”.
La adquisición también asegura dos fábricas en Japón y cientos de empleados de Investigación y Desarrollo de Toshiba, así como una importante cartera de propiedad intelectual internacional relacionada con patentes comerciales de tecnología de televisión, concernientes a la calidad de imagen y la acústica.
Toshiba también considera también retirarse del negocio de computadoras personales, con lo que ampliaría su salida del área de productos dirigidos al público en general, señaló un despacho de la agencia Kyodo.
En una encuesta de satisfacción del cliente de ChangeWave Research, la firma japonesa estuvo en el séptimo lugar a nivel mundial, con un índice del 50 por ciento luego de seis meses de compra. Lejos del número uno que fue Apple, el cual registró un 84 por ciento de aceptación entre sus consumidores.
La decisión es una de las muchas opciones difíciles que ha tenido que hacer Toshiba para hacer frente a su crisis, misma que ya le costó la división de microprocesadores, la cual fue vendida por 18 mil millones de dólares a Western Digital.
El negocio de chips de memorias de Toshiba -el mayor productor de memorias flash NAND del mundo después de Samsung Electronics– es su joya de la corona, ya que representa la mayor parte de su beneficio operativo.