Por primera vez desde 1986, Estados Unidos no será partícipe de uno de los eventos deportivos con más audiencia en el mundo. La potencia económica no logró clasificar para Rusia 2018 y esto representa pérdidas que van más allá del futbol.
El martes la confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol: CONCACAF, otorgó 3 boletos para Rusia 2018, el primer lugar se lo llevó México con una sola derrota, el segundo lugar fue para Costa Rica y el tercero para Panamá. Mientras que Estados Unidos perdió su oportunidad al caer ante Trinidad y Tobago. Esta derrota tendrá repercusiones económicas para las marcas de la unión americana y para cientos más en el mundo.
Las primeras afectadas serán dos de las televisoras más importantes del mundo: Fox Sports que pagó más de $400 millones de dólares por los derechos de transmisión en inglés durante las dos próximas copas mundiales y Telemundo invirtió $600 millones de dólares para la transmisión de este par de eventos en español.
La Copa Mundial de Futbol Brasil 2014, tuvo un promedio de 14.1 millones de televidentes y aunque se espera que para 2018, los medios vuelvan a tener igual o incluso más alcance, será difícil sin la tercer población más grande del mundo apoyando a su selección.
Además, la disminución del interés en la copa mundial por parte de la audiencia estadounidense también afectará a los socios de la Federación Estadounidense de Fútbol que pagaron por auspiciar al equipo que ahora quedará fuera del evento. Entre ellos destacan: Coca-Cola, AT&T, Anheuser-Busch, InBev, Johnson & Johnson y Liberty Mutual Group.
Por otro lado, los bajos ingresos de merchandising también se suman a las pérdidas. La marca deportiva Nike paga 20 millones de dólares anuales en uniformes para la selección norteamericana varonil y femenil. Los mundiales son una oportunidad importante para recuperar parte de la inversión gracias a la venta de jerseys.
Hoteles, aerolíneas, restaurantes y atracciones turísticas también saldrán perjudicadas en mayor o menor medida. Todo dependerá de cuántos aficionados se sumen de los países que clasifiquen y que tengan mayor cercanía al gigante de Europa Oriental.
La federación misma pierde la oportunidad de ganar 2 millones de dólares por clasificar, 10 millones por disputar la fase de grupos, 12 millones por llegar a octavos de final, 18 millones por los cuartos de final, 25 millones por ser cuarto lugar, 30 millones por ser tercero, 40 millones por perder la final y 50 millones por ser el campeón.
El impacto real lo conoceremos hasta que el evento se lleve a cabo, sin embargo, parece ser un perder-perder para Rusia como anfitrión, para Estados Unidos por las inversiones realizadas y para la FIFA por las dificultades de conseguir patrocinios sin audiencias garantizadas.