Este sábado se llevó a cabo una subaste en Los Ángeles, en la que se pusieron a la venta productos de una vasta colección de ropa y accesorios de la marca Chanel, así como de la actriz Elizabeth Taylor; esto como tal no refiere un evento sobresaliente en lo que refiere a este mercado, sin embargo, como parte de un intento por modernizar el negocio, los modelos desfilaron con las piezas en un streaming que permitió ofertas de todas partes del mundo.
De acuerdo con AFP, la organizadora del evento, Brigitte Kruse, explicó que no se trataba de la típica subasta en la que las personas aparecen y ven las cosas postradas o colgadas, de tal modo que se proveyó una visual que fue en vivo para los participantes.
En el evento se ofertaron 225 piezas, 139 con estampados Chanel, los cuales provenían de la colección de la ex cónsul de honoraria de Liechtenstein, Mary Jane Thompson, así como de joyas y artículos de una familia descendiente de la realeza de Vietnam. En la muestra también hubo piezas de las casas Dior, Gucci, Louis Vuitton y Valentino.
En un año en el que el mercado de las subastas han alcanzado récord históricos; con la obra “Salvator Mundi” de Leonardo da Vinci, mismo que se vendió por 450 millones de dólares, la innovación siempre será una de las formas en las que se pueden lograr mayores captaciones de gente, en mayor medida cuando se trata de herramientas tecnológicas.
Por lo que la competencia en este sector muestra una evolución hacia otros instrumentos para que las audiencias sean mayores; aunque no se trate de buscar nuevos potenciales compradores, el hecho de que más gente tenga conocimiento de este tipo de negocios favorece la expansión de mercado a otros territorios.
Además de que se incrementa las posibilidades de ofertar otro tipo de productos, pertenecientes a otras culturas. Es por ello que los mercadólogos deberán voltear hacia este modelo de negocio el cual puede unirse a la revolución digital.