A inicios de semana Sony anunció el pago de alrededor de 2 mil 300 millones de dólares para obtener el control de EMI, con lo que se convertirá en la firma de edición de música más grande del planeta.
La adquisición le otorga a la firma japonesa más de dos millones de canciones de artistas como Kanye West, Sam Smith, Sia, entre otros, justo en momentos en los que el streaming le ha dado un segundo aire a la música.
El acuerdo, indicó Reuters, es parte de la misión de Sony de impulsar flujos estables de ingresos tras una importante reforma elaborada por el antiguo director de la compañía que alejó los productos electrónicos de bajo margen, y de aumentar sus contenidos de entretenimiento.
“Esta inversión en contenido de propiedad intelectual es un trampolín clave para nuestro crecimiento a largo plazo”, indicó Kenichiro Yoshida, actual CEO de la firma. La expansión de internet llevó a una contracción del mercado de la música desde 1999 hasta 2014, abundó Yoshida, pero agregó que eso ha cambiado con el crecimiento de los servicios de streaming a precio fijo, detalló la agencia.
El acuerdo valuó a EMI Music Publishing en 4 mil 750 millones de dólares incluyendo deuda, más del doble de los 2 mil 200 millones otorgados en 2011 cuando un consorcio liderado por Sony ganó los derechos de licitación para la firma.
Asimismo, Sony comprará una participación de un 60 por ciento en EMI que era propiedad de Mubadala Investment Company, lo que elevará las acciones de la empresa japonesa a alrededor 90 por ciento desde el actual 30 por ciento. Reuters señaló que actualmente EMI controla el 15 por ciento de la industria editorial de la música, lo que combinado con su negocio de ATV Sony convertiría a la compañía en líder de la industria musical con una penetración de mercado del 26 por ciento.
La empresa precisó que además estima generar un total de 18 mil millones de dólares o más en flujo de efectivo en los próximos tres años, además de que también de las ganancias operativas de su división de videojuegos y servicios de red bajen entre 130 mil y 170 mil millones de yenes en el año fiscal que finaliza en marzo del 2021.