Análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han resaltado que la altas jornadas laborales provocan estrés y ansiedad en los profesionistas, lo cual ha estigmatizado los síntomas como malos para la salud, sin embargo, estudios refieren que no es del todo cierto.
Si bien México destaca entre el rubro del tiempo trabajado, de acuerdo con datos de la Organización para la Desarrollo y el Desarrollo Económico (OCDE), pues cada trabajador labora en promedio dos mil 246 horas al año, superando a naciones como naciones como España, Reino Unido, Francia o Finlandia, esto no es indicador de que sean más productivos.
De acuerdo con un análisis de la Harvard Business School, la ansiedad puede ser un síntoma positivo si se sabe trabajar, ya que obliga a estar en mayor contacto con el equipo de trabajo y adelantarse a labores para ver los resultados antes, de modo que se pueda frenar situaciones que puedan detonar la ansiedad.
Según Harvard, hay CEOs, directivos y personas con grandes responsabilidades que sufren de ansiedad, no obstante, la canalizaron a sus vida cotidiana, donde son más conscientes y buscan siempre la retroalimentación, así como demostrar su mejor desempeño, lo cual puede impulsar sus carrera laboral.
Concretamente, la ansiedad puede convertirse en la base de la creatividad en las lluvias de ideas, así como una mejor capacidad de gestión mediante una empatía más trabajada. En cuanto a los aspectos personales, la ansiedad bien manejada puede incluso modular la vida privada respondiendo mejor a necesidades emocionales.
El estudio de Harvard contradice lo antes dicho por la OCDE o la OMS, de que la ansiedad es mala y dañina en sí misma para la salud y que de preferencia hay que evitarla, además, lo claro es que ansiedad y productividad son palabras que no tienen relación, sino que una puede complementar a la otra con un buen trabajo de auto-control.