Ya lo dijo Alfonso Cuarón, gran parte de la influencia que ejercen los premios Oscar es resultado del marketing a su alrededor. En la próxima edición, la Academia apostará por la influencia de Jimmy Kimmel.
Al igual que en 2017, Kimmel será conductor en la gala de 2018. Una de las razones es la manera en que manejó la situación después del error más grande en la historia de los premios, en el que anunciaron una cinta como ganadora y era otra.
Recordemos que Warren Beatty y Faye Dunaway leyeron el sobre equivocado y anunciaron como ganadora a Mejor Película a la cinta La La Land, cuando debieron decir que era Moonlight.
Sin embargo, otra razón importante, está relacionada con el valor de marca de Kimmel, quien ha demostrado su capacidad como influencer, al sumar más de 9.48 millones de seguidores sólo en Twitter.
Thanks to @TheAcademy for asking me to host The #Oscars again (assuming I opened the right envelope)
— Jimmy Kimmel (@jimmykimmel) 16 de mayo de 2017
Así, la Academia ve en el conductor un elemento que suma a los Oscar, que acumulan valor de marca con cada año que pasa. Basta con traer al tema las cifras de The New York Post que advierten que el costo de 30 segundos de publicidad durante la transmisión de los premios fue de 2 millones de dólares este 2017.